La victoria esta madrugada en Cuiabá acercará a Nigeria o Bosnia a los octavos de final. Argentina mediante, ya que lo lógico es que gane a Irán. Si no, habrá quilombo. Las ‘Águilas Verdes’ tienen el billete más accesible, al sumar un punto en la primera jornada frente a Irán. Bosnia perdió 2-1 ante Argentina. La clasificación sería histórica para ambos: los nigerianos repetirían la gesta de Francia ‘98 (desde entonces no ganan un partido mundialista); los bosnios doblarían el éxito de su primera participación en un Mundial.

Sin embargo, los seleccionadores Stephen Keshi y Safet Susic parece que van a plantear un partido con un discurso distinto. El seleccionador de la campeona de África es consciente de que ganar a Bosnia es su oportunidad de estar entre los 16 mejores del Mundial. En la última jornada se topan con Messi y su cuadrilla.

El técnico balcánico es cauteloso. Con un empate asevera que ganando a Irán en la última jornada, sumarían cuatro puntos y serían segundos.

Por ello, Keshi se envalentona y es posible que a los Moses, Musa y Emenike, jugadores ofensivos, se una el goleador Odemwingie. Susic duda si premiar a Ibisevic por su gol ante Argentina y situarlo junto a Dzeko, o alinear sólo en ataque al del City y reforzar la medular.