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Mundial 2014

Argentina suspendió la siesta para poder ver el España-Chile

La mayoría quería que el equipo de Del Bosque siguiera vivo en la Copa del Mundo. Por el estilo futbolístico que supo reflejar España. Por los amigos que tienen allí...

MATE Y GALLETAS. Los jugadores argentinos que vieron a España.

La eliminación de España no pasó inadvertida ante los ojos de las demás selecciones. Y principalmente, ante la mirada de la plantilla albiceleste, que a pesar del cansancio lógico de los entrenamientos, suspendió la siesta para ver el partido de La Roja.

El salón de espacios recreativos de Argentina en Cidade do Galo tiene una pantalla led dentro de una portería que decora el sector. Allí, repartidos entre sillones, se reunieron a ver el pulso entre España y Chile un grupo amplio de jugadores. Entre mate y galletas con dulce, sufrieron por la eliminación de La Roja el portero Andújar, los defensas Zabaleta, Campagnaro, Federico Fernández y Demichelis; los mediocampistas Mascherano, Gago, Enzo Pérez y Maxi Rodríguez, y el utillero Marito. La mayoría quería que el equipo de Del Bosque siguiera vivo en la Copa del Mundo. Por el estilo futbolístico que supo reflejar España. Por los amigos y compañeros de clubes que varios de los componentes de la plantilla albiceleste tienen en La Roja. Y sobre todo, por el legado futbolístico que dejó el equipo español luego de seis años repletos de éxitos.

Para Argentina, la caída de España permitió sacar muchas conclusiones. Ratificó que Chile es uno de los huesos más duros de roer en el Campeonato del Mundo. Que la paridad hace que cualquiera pueda dar el campanazo en el pulso menos esperado. Que con el prestigio y el status no alcanza si esas cualidades no son acompañadas por el esfuerzo y una concentración máxima. Y que para la albiceleste sería un error subestimar a Irán y a Nigeria, a pesar de que ambos rivales están muy lejos de la riqueza individual del colectivo de Sabella.

Consumada la despedida española, cierta desilusión y tristeza se apoderó de los semblantes de los jugadores argentinos. Quizás fue el efecto de esa nostalgia que les despertó una selección que será recordada durante mucho tiempo. O la certeza de que el Mundial, cuando uno menos se lo espera, muestra su cara más cruel e impredecible.