La Policía Federal brasileña ha dado la orden de dejar el país en un plazo de 72 horas a los 85 hinchas chilenos que fueron detenidos durante la invasión a Maracaná a través de la zona de prensa antes del España-Chile. De lo contrario, recaerá una orden de deportación sobre los radicales que intervinieron en los actos, que serían expulsados inmediatamente por un acto de vandalismo y contra la seguridad pública.

Representantes del consulado chileno están colaborando con la Policía en la detección de los sujetos y también lo harán para que abandonen el país en el plazo indicado. Todos ellos fueron reducidos en el Media Center de Maracaná después de que lo invadieran e incluso llegaran a las gradas del estadio con intención de seguir desde allí el partido. La FIFA ha tenido que tomar medidas extraordinarias para que no vuelva a acontecer algo parecido. Ayer, de hecho, el tema central de su habitual contacto con los medios tuvo que ver con la seguridad en los estadios y los esfuerzos para que no vuelva a suceder algo como lo de Maracaná.

Chile es una de las selecciones que más aficionados ha arrastrado hasta Brasil, si no la que más. Se calcula que más de 30.000 chilenos adquirieron su localidad para ir al partido frente a España, pero otro buen número de ellos se quedó sin tal posibilidad y eso les llevó a asaltar literalmente Maracaná como medida de fuerza. El acto fue muy notorio porque en el momento de producirse trabajaban en el Media Center periodistas de todo el mundo.

Durante estos días de Mundial es habitual ver aficionados de La Roja en todas las sedes donde hay encuentros, no sólo en las que juega Chile. Incluso hay muchos de ellos en Belo Horizonte, lugar de concentración de los de Sampaoli pero ciudad en la que no juega sus partidos. Una auténtica fiebre por la selección que ya ha tenido su primer saldo negativo: los 85 chilenos que deberán dejar Brasil en 72 horas.