Scolari, contra el mundo: "¡Qué! ¿Hoy no hubo penalti, eh?"

Si algo le sobra a Scolari es personalidad. Dejando cuestiones futbolísticas a un lado, pocos entrenadores tienen tanto carisma como el de Passo Fundo. Tras el partido contra México volvió a ofrecer un recital en la sala de prensa. Estaba llegando la conferencia al final cuando Scolari interrumpió al oficial de prensa de la FIFA para preguntarle: “¿quedan más preguntas?, es que yo quiero hacer una”. Sorprendido, el oficial de la FIFA le pidió que se lo repitiera por si no le había escuchado bien. “Sí, sí, cuando acabe la rueda de prensa que nadie se levante porque quiero preguntar algo a los periodistas”.

Y así fue. Tras contestar a un informador mexicano sobre Memo Ochoa (“No me ha gustado nada su actuación”, dijo antes de estallar en una sonora carcajada) se levantó de la silla y mirando desafiante a la platea de la prensa les soltó “¡Qué! ¿Hoy no ha habido penalti para Brasil, eh?”.

De esta manera Felipao descargaba la tensión de una rueda de prensa en la que entró muy satisfecho y salió de mal café. El seleccionador brasileño cuando acabó el partido ante México levantó los dedos en señal de victoria y aterrizó en la sala de prensa convencido de que su equipo había mejorado respecto al primer día. Pero por contra se encontró con una batería de preguntas que cuestionaban la poca capacidad ofensiva del equipo, la excesiva dependencia de Neymar para marcar, la ausencia de centrocampistas creadores o buscaban motivos que explicaran por qué a Brasil le cuesta tanto entrar en los partidos. Ahí Scolari fue seco en sus respuestas: “No estoy de acuerdo con ustedes, siguiente pregunta”.

Para Scolari todo va perfecto en Brasil: “Hemos jugado mucho mejor que contra Croacia, en defensa no hemos tenido problemas y en ataque ellos han tenido un portero excepcional. Todos ustedes dicen ahora que México ha jugado bien. Yo estoy de acuerdo, pero creo que hemos jugado, por lo menos, como México con la diferencia de que nuestras ocasiones han sido claras dentro del área y las suyas eran disparos lejanos”.

Felipao admitia que “aunque hemos mejorado, sé que tenemos que mejorar más, pero estoy satisfecho del juego de mi equipo porque tenemos muchas opciones de clasificarnos y eso es lo único que me preocupa. Es mi pensamiento, no el suyo. Respeten mi pensamiento”.

Al día siguiente, la prensa de forma casi unánime criticaba la falta de talento y de elaboración en juego de la selección. La columna de Tostao en la Folha de Sao Paulo se titulaba “Falta talento” y simplemente era a punta de lanza de una serie de críticas que Scolari no piensa tener en consideración. Parte de su encanto y de su éxito es su capacidad para ir en dirección contraria al mundo.