El jugador de éxito
Poderoso arranque mundialista del alemán Thomas Müller
Hat-trick, MVP y pichichi del último Bota de Oro. Low le escogió para desempeñar la función de falso nueve. El jugador del Bayern le respondió a la perfección.
Thomas Müller acrecentó la buena estrella que le acompaña en el Mundial, uno de sus torneos fetiches. Si ya entró en la historia por ser Bota de Oro en 2010 (cinco goles y tres asistencias), el triplete de ayer le aupó al top 25 de goleadores históricos mundialistas. Ocho goles en total (tres a Portugal, dos a Inglaterra y uno a Argentina, Uruguay y Australia) en sólo siete partidos disputados y con apenas 24 años. Camino de ser leyenda.
Low le escogió para desempeñar la función de falso nueve. El jugador del Bayern le respondió con un hat-trick en cuatro remates: ejecutó con decisión el penalti sobre Götze, maniobró como un ariete de recursos en el segundo tanto, que marcó con la zurda; y completó su hat-trick con una diana de oportunista tras detectar el rechace del meta. Pura eficacia. El póker se le escapó en un cabezazo sin portero que envió alto. Su otra gran aportación a la goleada de la Mannschaft llegó en el oficio que demostró para provocar la expulsión de Pepe.
Movilidad. Su inteligencia y movilidad (10,6 kilómetros recorridos) encajan a la perfección en el engranaje alemán. En el inicio de los ataques basculaba hacia a las bandas, especialmente a la derecha. De los 37 pases que recibió, diez fueron de Özil y seis de Boateng. Mezcló esos desmarques de apoyo para asociarse con sus famosas llegadas desde segunda línea: hizo los tres tantos desde dentro del área. Un triplete por el que fue elegido MVP y por el que ya es máximo goleador en solitario del Mundial.