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GRUPO F | ARGENTINA

Colas de un kilómetro para ver el entrenamiento de Argentina

Miles de brasileños se volcaron sobre las taquillas del estadio Independencia en Minas Gerais para conseguir uno de las 4.000 entradas que se repartieron. Messi, aclamado.

Colas de un kilómetro para ver el entrenamiento de Argentina
Bruno MagalhaesAP

Ansiedad. Desesperación. Locura. Pasión. Admiración. Miles de brasileños se volcaron sobre las taquillas del estadio Independencia para conseguir uno de los 4.000 tickets que se repartieron gratuitamente para presenciar el entrenamiento de la albiceleste de este miércoles por la tarde. Fue tanta la expectación que despertaron Messi, Di María y compañía, que desde las 9 de la mañana, hora brasileña, hubo casi un kilómetro de fila por las calles que rodean al estadio.

El Estadio Independencia, edificado en la capital del estado de Minas Gerais e inaugurado con motivo del Mundial de 1950, con capacidad para 23.000 hinchas, fue el punto de encuentro de una ola de aficionados que invadió el barrio mineiro con la finalidad de conseguir una entrada para ver la primera práctica abierta de la albiceleste de Sabella. Desde bien temprano, miles de camisetas con el apellido "Messi" estampado en la espalda esperaron con paciencia la apertura de las taquillas. Familias enteras, ancianos, estudiantes, obreros y niños, se abarrotaron con el deseo de obtener el tan añorado pase para el entrenamiento, todo custodiado por un mayúsculo operativo policial.

En el país de Pelé y Neymar, el rey fue Messi. "Soñaba con verlo y voy a cumplir mi sueño", gritó, llorando, Joao, camarero de un bar en Lourdes, pleno centro de Belo Horizonte. "Falté al trabajo pero por ver a Messi hago todo", confesó Carlos Alberto, un peluquero del municipio de Vespasiano. "Messi es mejor que Neymar, pero Brasil es mejor que Argentina", afirmó Augusto, un adolescente nacido en Río de Janeiro, pero hijo de un matrimonio argentino.

Con las entradas agotadas, el llanto y la angustia se apoderó de los que se fueron con las manos vacías. El sueño de ver a Messi sólo podrá ser cumplido por 4.000 admiradores, la mayoría brasileños. Muchos argentinos se quedaron fuera.

Entrenamiento con espías

En la sesión, los jugadores realizaron trabajos técnicos y tácticos en espacio reducido. Los lesionados Rodrigo Palacio, con un esguince en el tobillo izquierdo, y Lucas Biglia, quien sufrió un golpe en el cuádriceps derecho, hicieron trabajos diferenciados. En tanto, Ezequiel Garay se mostró recuperado del traumatismo que padeció en la pierna derecha y entrenó con el resto del grupo, por lo que se descuenta que el defensor será titular ante Bosnia. También se movió sin problemas el delantero Gonzalo Higuaín, tras haber sufrido un golpe en el tobillo derecho.

El entrenamiento en Cidade do Galo, el complejo deportivo de Atlético Mineiro en Vespasiano, a 27 kilómetros de Belo Horizonte, fue a puertas cerradas, pero la prensa pudo espiar algunos movimientos desde los morros cercanos. Para ello, los periodistas debieron atravesar una autopista y trepar unos 300 metros. Por la distancia, sólo se pudo ver un poco del campo de entrenamiento, entre los árboles del complejo, con potentes binoculares, cámaras de televisión con el zoom al máximo o larguísimas lentes de fotografía.

La selección argentina debutará el próximo domingo ante Bosnia en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, en la primera fecha del Grupo F. El 21 de junio se enfrentará a Irán en Belo Horizonte y el 25 cerrará la fase ante Nigeria en Porto Alegre.