Grupo D | Italia
Italia llega a Brasil tras siete partidos sin lograr el triunfo
Prandelli no pareció preocupado tras el partido del miércoles: “No fuimos brillantes, está claro que debemos mejorar. Pero estamos convencidos de poder hacer un gran Mundial”.
Italia llegará hoy a Brasil en uno de los momentos más difíciles de la era Prandelli. Tras el empate ante Luxemburgo (1-1) volvieron a hacerse fuertes las polémicas que acompañan a la azzurra en las últimas semanas. La Gazzetta dello Sport de ayer utilizó un verso del himno de Mameli en su portada (“Dov’é la vittoria”, donde está la victoria) para subrayar la racha negativa de la selección, que suma siete encuentros consecutivos sin ganar. Nueve meses sin triunfos (el último fue ante República Checa en septiembre 2013) parecen demasiados para un conjunto que lleva cuatro estrellas en su camiseta y es el actual subcampeón de Europa. El pesimismo empieza a cundir en Italia con respecto del papel que la squadra azzurra hará en Brasil.
A pesar de esto, Prandelli no pareció preocupado tras el partido del miércoles: “No fuimos brillantes, está claro que debemos mejorar. Pero viajamos hacía Brasil convencidos de poder hacer un gran Mundial”. La tranquilidad del seleccionador choca con todas las polémicas que ha afrontado en las últimas semanas: el código ético, la decisión de renunciar a Giuseppe Rossi... la falta de victorias y juego son solo las últimas. Eso sí, el seleccionador sabe que su equipo suele mostrar su mejor cara cuando más cuenta. Italia lleva 20 años sin ganar un amistoso de preparación al Mundial, y el clima de escándalos es el que acompañó muchos de sus triunfos.
En 1982 y 2006 salió campeona tras el Totonero y el Calciopoli, respectivamente, dos manchas negras del deporte rey en el Bel Paese. A pesar de las coincidencias y los datos históricos, la afición no tiene gran ilusión para la cita brasileña, ya que los favoritos parecen de otro nivel. Habrá que esperar ocho días para ver si el famoso espíritu competitivo de la Nazionale será capaz de transformarla. Una vez más.