CASTILLA 2 - SABADELL 1
Medrán se viste de Supermán y saca al Castilla del descenso
Salió en el 58’ y marcó dos goles que dejan al filial madridista dependiendo de sí mismo la semana que viene en Murcia para mantenerse en Segunda.
El Castilla se jugará en siete días la finalísima en Murcia dependiendo de sí mismo. Hizo buena la penúltima jornada con un triunfo sufrido ante el Sabadell en el que apareció un ídolo inesperado, Álvaro Medrán, el último exponente en la estirpe de mediocentros jugones que se buscan, crían y potencian en Valdebebas.Porque el 34 castillista fue Supermán. En vez de una cabina, salió del banquillo vestido de superhéroe en el 58’, al minuto había marcado el 1-0 y cuatro más tarde ponía el 2-0… No está nada mal para este centrocampista de 20 años, bajito (1,76 metros) pero puro corazón. A él puede encomendar sus oraciones José Manuel Díaz.
El técnico castillista no encontró vías por donde meterle mano al Sabadell hasta que decidió quitar a José Rodríguez, en otro de esos partidos indolentes a los que acostumbra demasiado a menudo. Ese cambio de piezas surtió el efecto que no había logrado antes el filial. De hecho, lo normal es que hubiese empezado perdiendo con la ocasión pintiparada de Crespí en el 19’, pero su taconazo en el área pequeña fue centradito y a las manos de Pacheco.Una racha peligrosa de viento para un Castilla que estaba haciendo funambulismo con resultados en otros campos que le acercaban a Segunda B y teniendo delante un Sabadell que se jugaba el playoff pero no mordía.
Espabilaron pero se toparon mil y una veces con Nauzet Pérez, portero que merece una oportunidad en Primera. Primero sacó en el 22’ un chut durísimo de Lucas, luego otra de José Rodríguez en el 40’ y una más a Aguza en el 55’. Parecía un supervillano destinado a hundir al Castilla. Incluso se alió con el poste en el 52’ en una gran falta lanzada por Willian José.Pero Nauzet no contaba con un chaval de Dos Torres (Córdoba). Medrán hizo el 1-0 en un chut con suerte que rebotó en Crespí y trazó una parábola imparable y luego puso la segunda pica en la meta catalana con un zurdazo buenísimo.
Un final feliz que ni el propio Castilla fue capaz de amargarse con el error que permitió el 2-1 de Llorente (a pase de Aníbal) en la recta final. Un varapalo para los arlequinados que se habían encomendado a una tamudina de Tamudo sin suerte. Tienen el playoff en macabeo, mientras que el Castilla, tras 41 jornadas de puro via crucis, depende de sí mismo. Nueva Condomina, hogar de un Murcia que mira a Primera, dictará sentencia en siete días…