El perfil
Ángel Correa, un atlético discípulo del Papa Francisco
A sus 16 años, una imagen de un momento inolvidable para él, recibiendo la comunión de manos del Papa Francisco, hincha de San Lorenzo, y entonces arzobispo de Buenos Aires.
Ángel Correa (9 de marzo de 1995) nació en Rosario, la tercera ciudad más poblada de Argentina, y de la que salieron futbolistas tan ilustres como Messi, Di María, el Tata Martino y Bielsa.
El nuevo fichaje del Atlético superó la pobreza de su infancia en el barrio marginal rosarino de Las Flores, para convertirse en el mejor jugador de la liga de su país. A sus 16 años, una imagen captura un momento inolvidable para él, recibiendo la comunión de manos del Papa Francisco, hincha de San Lorenzo, y entonces arzobispo de Buenos Aires. Correa lo cuenta así: “Cuando conté que el Papa me había dado la comunión nadie me creía, hasta que mostré las fotos...”.
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero a Correa se le ha llamado en numerosas ocasiones El Nuevo Agüero. Algo que a él no le molesta. De hecho, cuando el Kun fichó por el Atleti en 2006, Correa se convirtió en aficionado del club rojiblanco, siguiendo todos los partidos que podía por televisión. Los más cercanos a él aseguran que vibró con el triunfo colchonero en la Europa League de 2010. Hasta tal punto que, sin tener los medios que tiene ahora, compró tres elásticas diferentes del Atlético.
El delantero colgó fotos suyas con la camiseta del Atlético en las redes sociales y dice que la que más le gusta es la primera equipación, la rojiblanca. La llegada al Atlético de Eduardo Salvio en 2010, futbolista con el que comparte representante, estrechó aún más los lazos que le unían con el Atlético. Ahora, el nuevo fichaje de los regates de locura de la Primera de Argentina llega al club con el que soñaba. De hecho, en más de una ocasión durante los últimos meses los directivos del Ciclón reconocían que el gran deseo del jugador era ser traspaso al club colchonero.
El Manchester City le quería y no se rindió hasta hace poco, pero al que llaman el Ángel de Boedo (el barrio en el que juega San Lorenzo), siempre prefirió seguir los pasos de Kun a coincidir con él ahora... Antes de incorporarse, tiene en mente triunfar en la Libertadores con San Lorenzo para darle una satisfacción a su aficionado más ilustre, el Papa Francisco.