Cartas de América
España, ante Bolivia, con un Xavier Azkargorta de quita y pon
España se mide a Bolivia en el primer amistoso de cara al Mundial. La selección boliviana, dirigida por el español Xavier Azkargorta, no se parece a ningún rival mundialista.
Si España buscaba algo parecido a Chile, Bolivia desde luego no lo es. Es igualmente sudamericana (debe ser el cebo), limitan en muchos kilómetros y está negociando con ellos desde hace tiempo la cesión de una salida al mar. Pero en fútbol se parecen poco. Les separa el dinamismo, la agresividad, la disposición táctica y las características de sus principales jugadores. O sea, todo. Así que cabe suponer que Del Bosque no persigue probar a su selección de cara al Mundial con este amistoso sino tan sólo medir las posibilidades futuras de Deulofeu, su sorprendente elección de última hora.
Bolivia llegará a Sevilla cosido por un sainete. Con un entrenador interino, Xavier Azkargorta, don bigotes, al que recurrieron tan sólo dos semanas después de despedirle por negociar con el Bolívar, su actual equipo, al que ha llevado a las semifinales de la Libertadores, una gesta única en la historia de clubes del país, pero sólo para los dos partidos que cierran su temporada, el del viernes ante España y el próximo 6 de junio en Nueva York contra Grecia. Cuesta hasta respirar mientras se cuenta.
Pese a su cartel de provisional, a que dejará el cargo de nuevo en diez días, Azkargorta jugará a formular una revolución, aunque a medias. Insistirá en la idea de fútbol con la que afrontó la fase final del clasificatorio para el Mundial, pero con el guiño de incorporar a nueve jugadores con respecto a los habituales de entonces. Si la referencia del equipo es ese trayecto, el panorama es calamitoso: penúltimo, con los mismos puntos que el último clasificado, Paraguay.
A los especialistas locales, el proceder de Azkargorta (especialmente su decisión de citar a jugadores que no son titulares en sus respectivos equipos) les tiene un tanto escocidos. Pero al menos, no figura entre los elegidos Evo Morales, cuyo capricho por el fútbol se limita por ahora a jugar cuando le plazca (“le enviaremos la relación de partidos y él nos dirá cuál quiere jugar”) en el Sport Boys Warnes, de la Primera División. La selección todavía le queda lejos. De momento. Así que sin el presidente del país en la convocatoria para Sevilla, la figura seguirá siendo Marcelo Martins, que juega en el Cruzeiro y que, aunque entre algodones, se incorporará finalmente a la expedición desde tierras brasileñas.
Una simple oportunidad para estrechar la mano de un viejo conocido y poco más. Aunque sus protagonistas lo afrontan como “un lindo reto”, según palabras del capitán Ronald Raldes, “dejar bien alto el nombre del país”, Bolivia sabe a poco como sparring. O eso parece. Azkargorta, por si acaso, no huye de los lugares comunes: “Somos once contra once”.