MUNDIAL 2014
Velasco Carballo: "El patrimonio del árbitro es el acierto"
Sobre el Mundial 2014, el árbitro español dice: "Es un sueño con mayúsculas. Parece tópico pero realmente es así y si encima es en Brasil es un añadido".
El madrileño Carlos Velasco Carballo, árbitro español seleccionado por la FIFA para el Mundial, acude a Brasil dispuesto a cumplir "un sueño con mayúsculas", después de más de 26 años dedicado al arbitraje, y convencido de que "el patrimonio del árbitro es el acierto".
Ingeniero electrónico de profesión, pero dedicado en exclusiva al arbitraje, Velasco (1971) viajará junto a sus asistentes, Roberto Alonso y Juan Carlos Yuste, a Río de Janeiro el 1 de junio, con la experiencia de haber participado en la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012 y con la certeza de que "la única forma de mejorar es reconocer lo que has hecho mal".
¿Qué significa estar entre los 25 árbitros principales elegidos para el Mundial?
Es un sueño con mayúsculas. Parece tópico pero realmente es así y si encima el Mundial es en Brasil es un añadido.
También tengo la sensación de que es una recompensa a mucho trabajo, más de 26 años, porque empecé con 16, después de tantos años en la regional madrileña. Yo soy de la generación del barro, de la tierra. No he conocido el césped artificial.
¿Por qué cree que la FIFA le ha elegido en lugar de Undiano Mallenco, el otro español preseleccionado?
No se los motivos. Entrar en la lista es muy difícil, solo hay nueve europeos. Alberto es un árbitro excepcional, es una gran persona y es muy amigo mío. Internacionalmente España era de esos países en donde todo el mundo asumía que era muy difícil elegir. La primera persona a la que llamé el día que lo supe fue a él, luego a mi familia y a mi presidente. Él tuvo un comportamiento excepcional.
¿Ha pensado que puede que pite en Maracaná?
Sería precioso, ya pitar en Brasil, en cualquier campo, pero hacerlo allí... Yo tengo la pena de no poder pitar un Real Madrid-Barcelona, aunque lo tengo asumido desde pequeño, pero tengo la suerte de poder dirigir a nivel europeo a los grandes. De los campos más grandes me falta Anfield. He oído cantar "You'll never walk alone" en Glasgow, pero dicen que en Anfield suena diferente.
¿Cómo ha sido su preparación este año?
La selección para Brasil repercute en el número de cursos y concentraciones. Tuvimos una en marzo y otra en abril, más las de España, la Liga, Copa, Champions y en mi caso un mes en el Mundial de Clubes. Nos pasa como a los equipos que han estado compitiendo al máximo nivel en todos los frentes. Los árbitros también tenemos ese desgaste. Yo he pasado 9 pruebas físicas en menos de ocho meses.
Mi preocupación desde enero hasta ahora era llegar en las mejores condiciones físicas y mentales. Sobre todo no quiero estar pensando mucho en ello, para arbitrar sólo un Mundial y no tres. Con partidos domingos y miércoles, a veces no encontraba fechas para entrenar, pero desde que acabó la Liga sigo un plan estricto de alimentación e hidratación y un programa muy intenso de prevención de lesiones.
¿Sigue revisando los partidos que pita?
Sí. Desde el punto de vista técnico, suelo dejar pasar dos días para volver a verlo y con una aplicación hago cortes de jugadas para revisarlas con mis asistentes. Antes del siguiente lo hablamos. Siempre llevo un cuaderno azul, que es lo último que veo antes de salir al campo, y en él me propongo tres cosas que podemos mejorar.
Es la única forma, darte cuenta de qué estás haciendo mal y luego pensar qué vas a hacer para que eso no suceda. Nosotros trabajamos con la humildad de reconocer lo que estamos haciendo mal. Es una evaluación continua. Como equipo arbitral -con Roberto llevo 16 años y con Juanqui 3-, estamos contentos porque nos hemos propuesto mejorar cosas y lo hemos hecho.
¿Se acostumbra uno a las críticas?
Nosotros vivimos de nuestros resultados. El arbitraje ha evolucionado muchísimo, en métodos, en selección de personas y en ayudas tecnológicas, pero el árbitro si se equivoca en una decisión importante no hay más. No le interesa a nadie.
¿Hay alguna valoración de que Kuipers estuviera tranquilo en la final de la Champions?, eso se da por supuesto, ¿a alguien le importa que estuviera bien colocado o que sus gestos fueran correctos?. Lo único que importa es que acierte. El patrimonio del árbitro es el acierto, si aciertas genial, si no fatal.
Nuestra profesión es pública. No esperamos que no nos critiquen cuando nos equivocamos. Tenemos que asumirlo con naturalidad. Lo único que pedimos es que nuestro error se trate como a el de las personas que nos rodean, pero nosotros no tenemos afición.
En el arbitraje y en el fútbol en general echo de menos más análisis técnicos. Soy aficionado y amante del fútbol y nuestro acercamiento debe ir por otra vía. Este año hemos ido por vestuarios de equipos, yo fui al Real Madrid y al Getafe, para explicarles los cambios en las reglas del juego y en qué íbamos a incidir. Y creo que sí ha servido, que nos ven más accesibles. A mí me encanta hablar con los futbolistas, aprendo de ellos. En todas las reuniones de la FIFA hay un exfutbolista para darnos su versión.
¿Es partidario de la aplicación de la tecnología?
En Brasil se va a utilizar la tecnología en la línea de gol y el espray en las barreras para las faltas. Se aplicaron en el Mundial de Clubes y fue muy positivo. Es una ayuda para todos. No de la revisión de jugadas, creo que perdería la esencia. Soy un romántico del fútbol, me gusta que los árbitros vistan de negro y no me gustan los silbatos de colores.
¿Si tuviera que elegir entre España en la final o usted?
Cualquier respuesta podría ser políticamente incorrecta. Que España tenga la mejor de las suertes y que yo tenga la mía.