Teloneros en Chamartín

Real Madrid y Espanyol serán los teloneros del gran partido de la tarde. Quién se lo iba a decir hace apenas un par de jornadas, cuando aún podían ser protagonistas o jueces. Sin nada en juego, su duelo servirá para aliviar la espera hasta las seis, para calentar los músculos y para entretenernos con la disputa de objetivos menores en comparación con el campeonato.

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Cristiano, como se sabe, necesita marcar un gol para ganar la Bota de Oro y desempatar con el uruguayo Luis Suárez (31). Con esa idea saldrá de titular a siete días de la final de la Champions y con ese estímulo apareció ayer en el entrenamiento, tan sandunguero como muestran las imágenes. A estas alturas, ya nadie sabe decir si lo suyo es ambición sana o imprudencia temeraria, pero algo es seguro: todos los madridistas sentirán en sus propias tibias e higadillos las entradas, caídas y empellones que sufra hoy el astro de Madeira.

A prueba. Para el resto de sus compañeros será un ensayo general aunque sin cuchillo entre los dientes, el último antes de Lisboa. Illarramendi será titular y apetece observar cómo reacciona después del apoyo público de su entrenador, que lo considera (todavía) como la primera opción para sustituir a Xabi el próximo sábado. El público del Bernabéu también tendrá algo que decir al respecto. Khedira, por si acaso, seguirá acumulando minutos después de los 55 que disputó en Vigo.

En principio Bale es la única duda en el once madridista. El galés no jugó en Vigo, pese a estar en banquillo; antes, ni siquiera fue convocado para el encuentro de Valladolid. El motivo, sus difusas molestias musculares en un gemelo. Hoy será el momento de probarse y despejar la nube del misterio. De no ser así, Isco ocupará su lugar; en Málaga hay menos niebla.

Orgullo. Por lo que respecta al Espanyol (salvado el pasado domingo con el punto que logró ante Osasuna), lo más relevante es la despedida de Javier Aguirre. El mexicano dice adiós después de dos temporadas (quizá con rumbo a la selección japonesa) y lo hace con una penosa racha final: dos puntos de 21 posibles. Su orgullo será lo que defienda hoy y nadie duda del tamaño de su orgullo. Como en estos casos ayuda divisar una meta, la excusa numérica es sumar más puntos que la pasada temporada (44), algo que los pericos sólo podrán conseguir con una victoria en el Bernabéu.

Hay quien teme que el estadio recrimine al Madrid sus últimos tropiezos (dos empates y un derrota). Otros piensan que la final de la Champions se encuentra demasiado cerca y los reproches están suspendidos hasta nueva orden. Lo cierto es que todo anda mezclado, medio raro. La Liga se decide esta tarde, lejos del Bernabéu, y hay quien asegura que la Champions también.

Pueden lograr el 22º subcampeonato blanco

El Real Madrid podría acabar como subcampeón de Liga hoy, pero no depende de sí mismo. Para que se dé esta circunstancia necesita ganar al Espanyol y que el Atlético se imponga al Barcelona. De esta forma, los rojiblancos acabarían primeros con 92 puntos, los de Ancelotti segundos con 87 y los azulgrana terceros con los 86 puntos con los que empiezan la jornada. De darse estos resultados sería la 22º ocasión en la que el Madrid acabaría en la segunda plaza (en las últimas cinco temporadas terminó cuatro veces en esta posición). A los madridistas les gustaría terminar la competición por encima de un Barça, que, por cierto, es el único equipo que tiene más segundos puestos en la historia de la Liga: 23.