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Calleja

“El sino del Atlético es ganar el título en el último partido”

Su fotografía celebrando el 0-2 y el título de Liga 69-70 en la Cruz Alta ha pasado a ser historia del Atlético. Dice que el vestuario se sobrepuso al pesimismo en el descanso.

“El sino del Atlético es ganar el título en el último partido”

—¿Cómo es llegar al último partido jugándoselo todo fuera de casa, en Sabadell?

—Había nerviosismo porque si no ganábamos nosotros en Sabadell, ganaba el Athletic. Recuerdo que al descanso, con empate a cero, bajó Vicente Calderón al vestuario y dijo: “Veo que este partido no lo vamos a ganar…”. Y alguno de los jugadores respondió: “Ya verá en la segunda parte. Vamos a llevárnosla”. Tras el descanso, marcó Ufarte y luego yo hice el 0-2.

—¿Qué recuerdos tiene de ese choque en la Cruz Alta?

—Éramos un equipo que jugó maravillosamente bien con Marcel Domingo. Teníamos la ilusión de ganarla. Pero también estaba el Athletic que tenía muy buen conjunto. Además, nosotros jugábamos fuera y el Athletic en casa. El campo del Sabadell estaba muy mal, muy pelado y eso nos restaba posibilidades.

—¿Cómo fue su gol, el de la tranquilidad?

—Fue una jugada inteligentísima de Luis… ¡Y mía! (Sonríe). Hubo una falta en la línea de medios del Sabadell, algo escorada. Luis iba a sacarla y me dijo: “¡Vete Isacio!”. Pero Ortuño lo vio y me cubrió. Entonces me fui hacia Luis y cuando llegué a su altura le dije: “¡Ahora!”. Cuando Ortuño se quiso dar cuenta ya le había sacado cinco metros. Tiré entre 27 piernas, pero fue un golazo. Atravesó todo el área plagada de jugadores, dio en la cepa del poste y salió hacia arriba. Entonces salté de alegría y me hicieron la famosa foto. Tras el partido Ortuño me dijo: “¿Sabes una cosa Calleja?, me había advertido Pasieguito (entrenador del Sabadell) que tuviera cuidado contigo”.

—No era el primer tanto que le hacía al Sabadell.

—Yo, que hice seis u ocho en toda mi carrera, le marqué otro el año anterior aquí en Madrid. Íbamos perdiendo 0-2, hicimos el 1-2 y me dio un tirón. Me tuve que poner arriba. Paquito puso un centro muy fuerte y yo le di como pude. Cuando caí al suelo me di cuenta que... ¡había marcado el gol del cojo!

—¡Le tenía manía al Sabadell!

—(Se ríe) Qué va. Fíjese, que cuando me retiré el propio Sabadell me regaló un corte de traje de tela marca Tamburini como regalo de mi despedida del fútbol.

—¿Qué sintió al marcar ese gol en la Cruz Alta?

—No se puede explicar. Ese salto fue una explosión gráfica de lo que sentía. A falta de cinco minutos éramos campeones. Además, fueron del orden de 15.000 aficionados, que tuvieron que desplazarse a Barcelona y luego a Sabadell.

—¿Habrá tercer alirón en Cataluña?

—Es el sino del Atlético, ganar la Liga en la última jornada. Ha pasado, creo, en casi todas las Ligas. El sino es ganarlo con todos los sufrimientos. Algo que se habría evitado ahora si ese remate de Adrián, que mereció ser gol, hubiera entrado. Esta campaña el Atleti se lo merece por todo.

—¿Recuerda la celebración?

—Sólo que nos recibió mucha gente a la llegada a la estación aquí, muchos de ellos venían con nosotros en el tren.

—Ganar la Liga sería un gran homenaje a Luis…

—Sí, porque lo de Luis ha sido todo muy sorprendente. El fallecimiento y cómo la gente se ha volcado de forma espontánea en todo. Esto sería ponerle un nuevo homenaje a Luis. Dios quiera que él eche una manita desde arriba.