Fiesta de Champions en Bilbao

Athletic y Real estarán en Europa la próxima temporada, lo que habla muy bien de la salud deportiva de los clubes vascos. La situación recuerda a la de principios de los ochenta, cuando los donostiarras ganaron dos Ligas y Clemente respondió de seguido con lo mismo. A la Champions de Montanier ha sucedido la de Valverde. Las dos son muy merecidas. Más aún cuando están por delante tres de los cuatro semifinalistas del máximo torneo.

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San Mamés se toma la tarde como una gran fiesta. Atronará el “¡Athletic Champions League!” y no habrá réplica por la afición donostiarra, ya que no tiene sitio en la grada por las obras. Los de Arrasate, tan discutido como triunfador este año, tendrán que apechugar solos en los momentos de agobio. Llegan a Bilbao con la necesidad de ganar para quitarse previas de la Europa League. Cuanto más arriba queden, más vacaciones. Este aliciente casi funciona mejor que las primas. La Real viene de una pretemporada dura y no quiere otra así.

Sin Aduriz. El Athletic, que notará la falta de Aduriz, tiene mejor ritmo con pelota y sin ella. Toquero pondrá ardor ante Íñigo Martínez, que se metió en un lío con sus palabras de “nunca iría al otro bando”. Le pitarán los oídos.

La presencia de Joseba Etxeberria en el cuerpo técnico ha traído suerte al club. El mito rojiblanco se reunió a petición de AS junto a los goleadores en Vallecas, San José, De Marcos y Herrera, para retratarse con el balón de la Champions League como homenaje. Etxebe es el autor del tanto que dio la primera previa de Champions ante el Zaragoza.