Las secuelas del desastre en pucela
Valladolid dejó marcados a Karim Benzema y Asier Illarramendi
El francés lleva seis partidos sin marcar y en Pucela sólo remató una vez. El de Mutriku salió en el 72’ y pecó de blando en el salto con Osorio que acabó con en el gol del 1-1.
A falta de 15 días para la final de Lisboa, dos pupilos de Ancelotti están en la picota pública por su pobre rendimiento en este tramo final de Liga: Benzema e Illarramendi. El empate en Valladolid deja al Madrid casi sin opciones en Liga y los dos salieron señalados. El francés lleva seis partidos sin marcar (502’) y en Pucela sólo remató una vez. El de Mutriku salió en el 72’ y pecó de blando en el salto con Osorio que acabó con en el gol del 1-1...
En el caso de Benzema, llueve sobre mojado. Fue de los mejores en el Clásico liguero del pasado 23 de marzo con un doblete y desde entonces se le busca. Porque sus cifras en sus seis partidos de Liga siguientes (no jugó contra Osasuna) son desalentoras. Apenas remata, en total 21 veces (un promedio de 3,5 por partido) y sin casi peligro: de esos remates, sólo cinco fueron a portería. En Pucela, además, escenificó su pasividad perdiendo nueve balones.
En estos últimos seis partidos, Benzema sólo participó decisivamente en dos goles, aunque fue en el cómodo 4-0 al Almería del pasado 12 de abril. Dio las asistencias para el 2-0 de Bale y el 3-0 de Isco. Contra Valencia y Valladolid, los dos partidos en los que el Madrid se ha dejado gran parte de la Liga, su bagaje es paupérrimo: cero remates y 15 pérdidas.
El de Mutriku. Y si el francés está discutido, Illarra volvió a salir con la imagen magullada de un partido espinoso para el Madrid. Ancelotti dijo que es el reemplazo del sancionado Xabi en la final de la Champions, pero no le tembló el pulso para quitarle en el descanso cuando le vio completamente superado en Dortmund (entró Isco) y también el lunes contra el Valencia (cedió su lugar a Di María).
También se le vieron las costuras en dos goles clave. En la debacle madridista en el Pizjuán no cerró bien la entrada de Bacca en el 1-1 sevillista y en Zorrilla salió para aportar orden... y falló en el tanto vallisoletano. Celta y Espanyol serán la terapia de Ancelotti para recuperarle anímicamente de cara a Lisboa.