Cardenal: “El Observatorio estaba, pero cayó en desuso”

Ha rebrotado la problemática del racismo en la Liga y como dice Salva Moya, autor del libro Tarjeta Roja al Racismo, “nos acordamos de Santa Bárbara sólo cuando truena”. El foco de la polémica que han multiplicado los casos de Daniel Alves y Diop también señala al Gobierno. Miguel Cardenal no escapó a las preguntas de los medios en un desayuno convocado por la secretaría de Estado para el Deporte en el CSD con otro motivo: la presentación del balance económico de los clubes en el ejercicio 2012-13. La conversación viró pronto. Cardenal se mostró consciente de la repercusión de la problemática en el exterior (“es un asunto gravísimo”), pero convencido de la idoneidad de la Ley 19/2007 de 11 de julio contra el racismo. “Es la adecuada”.

De fondo, el olvido de una institución que cogió telarañas. El Observatorio contra el Racismo se constituyó el 22 de diciembre de 2004 como resultado de la puesta en marcha de un protocolo activado por la conocida charla de Luis a Reyes (“usted es mejor que el negro”) y los gritos racistas del Bernabéu a Cole en un España-Inglaterra. Del Observatorio, impulsado durante la primera legislatura de Zapatero por Jaime Lissavetzky y Esteban Ibarra, formaron parte todas las esferas del fútbol español: FEF, LFP, AFE, Comité Técnico de Árbitros, CSD, Movimiento contra la Intolerancia, Aficiones Unidas, Federación Española de Municipios y Provincias y la Asociación Española de la Prensa Deportiva.

Cardenal reconoció que el Observatorio cayó en “desuso”. Y así fue. El inicio fue prometedor. Representantes del Observatorio asistieron a todos los estadios para hacer un seguimiento exhaustivo y redactar informes de control. El número de episodios descendió y el 18 de marzo de 2005 se firmó el Protocolo de Actuaciones contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte. Entonces llegó la relajación, aunque según fuentes cercanas al Observatorio y a la lucha contra el Racismo, el cambio de signo en el Gobierno fue definitivo para mandar el organismo al baúl de los recuerdos.

Miguel Cardenal se reunió el martes con el secretario de Estado para la Seguridad, Francisco Martínez: “Vamos a revisar todo y ver qué es lo que puede estar fallando”. Y ya no descartó recuperar el Observatorio que presidió Javier Durán: “Si nos ayuda en algo, volverá a ser activado”. No en vano, el organismo nació como una institución adscrita al CSD. Eso sí, Cardenal defendió la validez del sistema de trabajo actual: “En la Comisión Nacional contra la Violencia ya están representados todos los ámbitos de la sociedad. Es una Comisión Mixta que presidimos cada seis meses. La ley es adecuada y lo que queremos es que se aplique con la contundencia que merece”.

El desayuno convocado en el CSD para presumir de números y balances del fútbol español en la temporada 2012-13 (la última auditada) acabó trufado, pues, de los asuntos que infectan a este final de temporada. Sobre las primas a terceros defendidas por el presidente de la AFE, Luis Rubiales, la postura de Cardenal es tajante: “Estamos en contra porque están prohibidas. Es algo que está bien regulado”. Sobre las posibles investigaciones a partidos, fue más prudente: “Si se estuviera investigando algún partido no habría que decirlo hasta que no hubiese algo de lo que informar”.

No toda la intervención de Cardenal tuvo un trasfondo tan nublado. En términos más generales, y acompañado por el subdirector general de inspección del CSD, Fernando Puig de la Bellacasa, se felicitó por la tendencia alcista de la Liga (ver datos en la columna de la derecha). “El sistema de control económico está funcionando bien. Estos dos años han abierto un escenario diferente”. Los datos del ejercicio 2012-13 lo ratifican: 106 millones de beneficio, 200 millones menos de endeudamiento, descenso en un 2,3 por ciento de los salarios y la previsión de que estos caerán un 15% en el próximo curso. Y una salud financiera destacada en el último informe UEFA. Además, anunció nuevos mecanismos de control que alcanzan a los agentes, fondos de inversión y ejecutivos de los clubes como petición aceptada a la AFE. Mejora la economía, aparece el racismo. Y como dice Salva Moya, sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena.