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AS COLOR

Peruanos en la Liga: desde Loret de Mola hasta Acasiete

En 1958 llegó el primero, hasta 2011. 22 futbolistas de aquel país han militado en la Primera División española.

LLEVÓ EL 10 DE LOS ASES. La dimensión de Sotil se disparó aún más al llegar al Barcelona. El peruano fue uno de los jugadores culés más destacados en su primera temporada.

Alberto Loret de Mola abrió el camino en 1958. Desde entonces, 22 futbolistas peruanos han militado en equipos de la Primera División de España, siendo el último de ellos Santiago Acasiete, habitual de las alineaciones del Almería durante su estancia en la élite del fútbol español (2007-2011).

Hasta el año 1974, la dictadura franquista no permitió la participación de jugadores extranjeros en España, y sólo tenían licencia para competir aquí los llamados oriundos, aquellos futbolistas que podían demostrar que tenían antepasados españoles. Bajo esta denominación compitieron, hasta la abolición en 1974 de la Ley que prohibía la participación de deportistas extranjeros, cinco futbolistas peruanos en la Primera División de España: Loret de Mola (Las Palmas), Juan Seminario (Zaragoza, Barcelona y Sabadell), Sigi (Zaragoza y Elche), Óscar Montalvo (Deportivo de La Coruña) y Hugo Sotil (Barcelona).

Loret de Mola era un centrocampista que se desenvolvía preferiblemente por el costado derecho y que llegó a Las Palmas procedente del Sporting Cristal de Perú en 1958. En su primera temporada en España disputó 17 partidos, para un total de 1.530 minutos, en los que anotó cinco goles. Debutó en la Primera División española en la tercera jornada de la Liga 1958-59, el cinco de octubre de 1958, en el Estadio Insular ante el Valencia, en un encuentro que se llevaron los visitantes por 2-4. Tuvieron que pasar cuatro jornadas más, hasta la jornada séptima, para que se diera la fecha histórica del primer gol marcado por un peruano en nuestra Liga. El 26 de octubre, Las Palmas, hundida en la penúltima posición de la clasificación con tres puntos (se otorgaban por entonces dos por victoria), recibía a Osasuna. El encuentro comenzó torcido para los insulares, ya que Areta III adelantó a los navarros en el primer minuto. Empató para Las Palmas Torres Díaz en el cuatro y Loret de Mola adelantó a los locales en el siete. El encuentro acabaría 5-1 para Las Palmas, que salía así de los puestos de descenso. Repetiría goles en El Insular batiendo a Lasheras (Zaragoza) y Domínguez (Betis). Lejos de las islas saboreó el gol en dos campos emblemáticos: en el Camp Nou, batiendo a Estrems, y en el Luis Casanovas, sorteando a Pesudo. La siguiente temporada, la 1959-60, su rendimiento cayó y sólo disputó 14 partidos en los que marcó un gol: al Sevilla en el Pizjuán, en la jornada 18. En esa segunda temporada en Las Palmas el equipo quedó último, descendiendo a Segunda y De Mola se marchó al Le Havre francés, donde permaneció dos temporadas más.

El siguiente futbolista peruano que aterrizo en la Liga fue Juan Roberto Seminario, en el año 1961. Y dejó huella. Es, hasta ahora, el primer y único futbolista del país andino (y también del conjunto maño) que se ha alzado con el trofeo de máximo goleador de la Liga. Un artillero que pasó por el Zaragoza, Barcelona y Sabadell y que anotó 57 goles en 109 partidos. Fue con el conjunto maño con el que se consagró como ‘capocannoniere’ de la Liga: 25 goles en 30 partidos en la temporada 1961-62: “Lo jugué todo desde que llegué a Zaragoza. No tuve ni un minuto de descanso”, recuerda. Además, Seminario asegura que al lograr esa estratosférica marca en aquella época, ésta tiene aún más valor: “Los defensas iban a matarte. No había tarjetas y los árbitros no expulsaban a nadie”. En la siguiente temporada, la Fiorentina se hizo con sus servicios, por unos 20 millones de pesetas de la época. Pero, antes de partir a Italia, siguió haciendo lo que mejor se le daba, perforar las porterías de los rivales: ocho goles en las primeras ocho jornadas de Liga 1962-63 antes de irse a Florencia. Precisamente el día que los italianos vinieron a verle, el Zaragoza jugaba contra el Mallorca: cuatro goles anotó el peruano. “Realmente ese día marqué seis, pero el árbitro me anuló dos que eran legales. Me dijo que con cuatro era más que suficiente”.

Tras su paso por el Calcio (dos temporadas, 52 partidos y 19 goles) regresó a España, al Barcelona. Formó dupla de ataque con el paraguayo Cayetano Ré, y en su primera temporada entre ambos marcaron 40 de los 59 goles de los azulgranas. Logró en 1966 el título más importante de su carrera: la Copa de Ferias que el Barça ganó… al Zaragoza. En el año 1967 firmó por el Sabadell, donde permaneció tres temporadas, jugó 35 partidos y consiguió nueve dianas.

En 1962 llegaron dos nuevos peruanos a la Primera División española: Sigi, al Zaragoza, y Óscar Montalvo, al Deportivo. José Sigfredo Martínez, Sigi, era un interior izquierdo con una gran habilidad para el regate, que permaneció hasta 1969 en el club aragonés y que apenas tuvo un rendimiento irregular por la aparición de los Cinco Magníficos: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Durante su estancia en Zaragoza (37 partidos y 9 goles en dos temporadas), el club vivió una de sus mejores épocas, si no la mejor de su historia: dos Copas del Rey (1964 y 1966) y una Copa de Ferias (1964). Montalvo, por su parte, jugó tres temporadas en Primera con el Deportivo de la Coruña (1963, 1965 y 1967) en las que disputó 61 partidos y anotó 13 goles.

La década de los 70 vio como llegaban tres nuevas incorporaciones peruanas a la Liga: Hugo Sotil al Barcelona (1973), Juan Carlos Oblitas al Elche (1975) y Pedro Aicart al Málaga (1976). ‘El Cholo’ Sotil compartió delantera en el Barcelona con Johan Cruyff y participó en el histórico 0-5 que le endosó el equipo de Rinus Michels al de Luis Molowny en Chamartín. El peruano puso el broche a la manita marcando el quinto gol. Esa temporada el Barcelona recuperó el título de Liga tras catorce años de sequía y Sotil fue uno de sus jugadores destacados, disputando 34 partidos y anotando 11 goles. Su rendimiento cayó en picado durante las tres siguientes temporadas en la Ciudad Condal, algo que en Barcelona achacaron a la afición que tenía ‘El Cholo’ a la bebida y a la vida nocturna. “Algunos me dicen borracho y fiestero, pero para mí el fútbol no era una profesión, era algo que disfrutaba mucho practicándolo y que me pagaban por eso”, reconoce Sotil, quien además no niega que le gustaba salir: “En la Copa América del 75, el Barcelona no me daba el permiso para venir a jugar. Llegué a Caracas (donde se jugó el partido de desempate tras la victoria de Colombia en Bogotá y la de Perú en Lima) sin decirles nada. Cuando el Barça se enteró de que estaba aquí, mandó a un empleado a controlarme ¡hasta la comida! Con lo que no contaba el directivo es con que podía escaparme por la puerta de la cocina para salir a festejar. ¡Se quedó en la puerta del hotel pensando que yo estaba en la habitación!”. En total, Sotil jugó con el Barcelona 111 partidos y anotó 33 goles.

Más discretos fueron los pasos de Oblitas por el Elche (un partido en Primera) y de Aicart por el Málaga. Aicart llegó al Barcelona en 1973, pero sólo disputó tres partidos no oficiales con el primer equipo. Llegó al Málaga en 1975, en Segunda División, año en el que logro el ascenso. La siguiente campaña disputó 28 partidos en Primera y marcó dos goles.

En los ochenta, Germán Leguía llegó al Elche (1983) cuando el club alicantino estaba en Segunda. En la Liga 1984-85, el defensa, ya en Primera, disputó 27 partidos. Vio una tarjeta roja y logró marcar dos goles. Menor fue la aportación, ese mismo año y en ese mismo club de Juan Caballero, ya que apenas jugó nueve partidos con los ilicitanos y sólo logró celebrar un tanto. En Alicante jugó también en la Liga 1984-85, en este caso en el Hércules, José Manuel Velasques. ‘El Patrón’ participó en 12 partidos de la Liga, un pobre bagaje para un futbolista que fue internacional en 82 ocasiones. Como pobre también fue la aportación de Luis Alberto Redher al Zaragoza, en el 1990: 104 minutos repartidos en cinco encuentros.

En los 90 llega al Tenerife el que luego sería un trotamundos del fútbol español y se convertiría en el peruano que más partidos ha disputado en la Liga BBVA: Chemo del Solar.En mi época era más complicado el llegar a un fútbol como el español, porque los clubes sólo podían tener cuatro extranjeros en la plantilla y ni siquiera valía el pasaporte comunitario, como sucede hoy”, comenta Del Solar, quien además tiene un gran recuerdo de su paso por Tenerife: “Hicimos una revolución y el equipo, que hasta ese entonces peleaba por no descender, pasó a ser protagonista de la Liga y no bajaba del quinto puesto”. Además del club chicharrero, vistió las camisetas de Salamanca, Celta y Valencia. En total, seis temporadas consecutivas en la máxima categoría del fútbol español para llegar a 148 partidos y 10 goles. Y quince minutos de portero defendiendo la portería de Balaídos ante el Barcelona de Ronaldo: el Barça ganaba 3-1 y a falta de un cuarto de hora, con los cambios agotados, el portero celeste, Diezma, fue expulsado. Del Solar, un habitual en la portería durante los entrenamientos, se enfundó los guantes. Y Ronaldo, en ese cuarto de hora, disfrutó de dos ocasiones de gol que desarmó el peruano: una falta directa que Del solar blocó abajo y un balón que le sacó tirándose al suelo, cuando el brasileño encaraba la portería.

Casi con más que pena que gloria pasaron por Primera en esta década de los noventa Percy Olivares (24 partidos y dos goles con el Tenerife en dos años), Alfonso Dulanto (11 partidos con el Mérida en una temporada), Flavio Maestri (20 encuentros en el Hércules, en una temporada en Primera, y dos goles), Pablo Zegarra (dos temporadas en Primera con el Salamanca: 23 partidos y dos tantos) y Jean Franco Ferrari (12 minutos jugados en Primera con el Extremadura, en los que marcó un gol en la Liga 1998-99).

El cambio de siglo trajo a nuestra Liga los 32 partidos de Juan José Jayo, en dos temporadas entre Celta y Las Palmas; a Roberto Merino, quien no llegó a debutar con el Mallorca en Primera; a Rebosio, que en Zaragoza llegó a los 56 partidos en Primera en tres años en los que disfrutó de dos Copas del Rey (2001 y 2004) y el minuto jugado por Damián Ismodes en la temporada 2007-08 con el Racing de Santander.

Santiago Acasiete, por su parte, es el último peruano que ha pisado un campo de la Liga BBVA. Llegó al fútbol español cuando el Almería estaba en Segunda División en el año 2004. Pasó tres años en la categoría de plata hasta que en 2007 logró el ascenso con los andaluces. Cuatro temporadas consecutivas en Primera que le dejan con 86 partidos y tres goles.