AS COLOR
Nombres que no dejan indiferente
En el mundo del fútbol, sobre todo, no es inusual encontrar apellidos y apodos que provocan hilaridad.
Minuto once de la última visita del Real Madrid al Estadio José Zorrilla. Fiel a su estilo de salida de balón elaborada, el Valladolid quiere empezar su ataque en el área con la pelota controlada. El lateral Balenziaga da un pase a uno de los centrales blanquivioletas, pero éste resbala y pierde el esférico. Mientras, su compañero en el eje de la zaga asiste impasible a cómo acaban de regalar al Madrid el gol del empate. El central que cayó al suelo se apellida Valiente. El que pausadamente vio como le marcaban el gol, Sereno. Son tantos los futbolistas que se dedican en todas las partes del mundo a este deporte que realizando un curioso estudio ‘antroponímico’ nos depara más de una situación hilarante.
Cuando el hermano pequeño no sabía pronunciar correctamente el nombre de Ricardo y sólo acertaba a decir Kaká, no se imaginaba que estaba acuñando el apodo de una gran estrella del fútbol, Campeón de Europa y del Mundo… y que también sería víctima de constantes bromas en España por el parecido de ese nombre con el que vulgarmente se conoce a la sustancia de una deposición.
Las chanzas todavía se multiplicaban mucho más en las concentraciones con Brasil que el actual jugador del Milán compartía con otro futbolista de nombre curioso. Era habitual encontrar en el once inicial de la selección carioca un centro del campo integrado por Kaká y Elano. La asociación de ambos nombres surge por sí misma. El acabóse se producía ya cuando ambos eran los protagonistas de una sustitución y entraba el uno por el otro. “Entra Elano y se va Kaká”. Algo parecido le ocurría con sus dos excompañeros de equipo Diarra. “Se va Kaká y entra Diarra”.
Este problema se lo han ahorrado varios futbolistas que no han desarrollado su carrera en España. Así, el delantero Bobo no se arrepentirá de haber jugado únicamente en equipos de Brasil y Turquía. Mientras que los comentarios jocosos sobre Nicolita quedaron reducidos a los enfrentamientos del Steaua con equipos españoles en competiciones europeas.
Con la explosión de Twitter, las bromas se han disparado y jugadores como Pavel Mamaev o Hanan Maman son carne de chiste fácil que se expande como la pólvora en la red social. Tampoco se librarían de cierto escarnio el sudafricano Mokoena (si algún día le pillaran hurgando en su nariz…) o el internacional coreano Kim Dong-Jin (que recuerda al sonido de un altavoz en unos grandes almacenes).
El nombre de Vagner Silva de Souza apenas es reconocible en el mundo del fútbol. Y esto es así porque en 2003 se le empezó a conocer a este delantero brasileño como Vagner Love. El ex delantero del Flamengo, con fama de ‘latin lover’, fue cazado ese año con una joven chica en plena concentración con el Palmeiras. Al ariete le gustó tanto su nueva apelación que la utiliza como nombre en sus camisetas.
Un divertido corral, una variada granja o una selva. Eso es lo que parecen a veces los partidos de fútbol de Sudamérica, especialmente en Argentina, debido a la tendencia que tienen en aquel continente de apodar con todo tipo de animales a sus jugadores. Entre otros muchos hemos conocido al ‘Mono’ Burgos, al ‘Cuervo’ Gustavo López, al ‘Piojo’ López, a ‘Ganso’, a ‘Pato’ del Milán y al ‘Pato’ Fillol, ‘La Pulga’ Messi, el ‘Tigre’ Falcao, ‘Pollo’ Olivera, ‘Ratón’ Ayala, ‘Polilla’ Da Silva, ‘Toro’ Acuña, ‘La Fiera’ Maxi Rodríguez, la ‘Ardilla’ Montillo… la lista es inacabable. En Europa también hay algún caso como los de ‘El Buitre’, la ‘Cobra’ Ilie, ‘Gato’ Ablanedo, ‘Lobo’ Carrasco o la ‘Araña negra’ Yashin.
En Osasuna encontramos curiosas paradojas. Dicen que los porteros están un poco locos. Desde luego Asier Riesgo ya lo fue cuando decidió ser guardameta con tan peligroso apellido. En el lateral derecho jugó muchos años en el club pamplonica José Izquierdo. Por otra parte, corajudo y aguerrido hasta llegar a ser el jugador que más encuentros ha disputado con esa camiseta, y pese a no ser un extremo insistente por banda, Patxi Puñal ha hecho siempre honor a su apellido en su trayectoria futbolística.
Idéntica coherencia con su primer nombre ha mantenido, para tranquilidad de su madre, Cristiano Ronaldo, quien se define como una persona católica. De quien se desconoce su religión y si emplea mucho tiempo adorando a alguna deidad es el jugador del Bayern, David Alaba.
Menos sincronía con su apodo tiene uno de los más precisos lanzadores a pelota parada de la liga española. Y es que a Duda se le suele ver bastante seguro a la hora de ejecutar una falta directa. La fiebre por la pocha en las concentraciones de la Selección le pilló ya fuera de La Roja, pero si llega a estar allí, seguro que el encargado de repartir las cartas no podía ser otro que Rubén Baraja. Tampoco está confirmado que el exatlético Jurado haya tenido que acudir a deliberar a un juicio.
En otras ocasiones, tu apellido puede ser un arma de doble filo. Para presumir de él en las grandes actuaciones, o de manera irónica como arma arrojadiza en los partidos para olvidar. Alberto Bueno, ex Valladolid, sabe a qué nos referimos. El equipo pucelano era, en esta faceta, el líder indiscutible del fútbol español. Con el hermano de Rubén Baraja en sus filas (Javier), Alberto Bueno, Marc Valiente y, sobre todo, Sereno, más de uno le podría recomendar el fichaje del centrocampista del Schalke, Tranquilo Barnetta para el próximo mercado invernal. Y cómo olvidar los chistes que se formaron entonces con Mauro Silva o más recientemente con el delantero del Espanyol Tamudo.
Clara connotación sexual tendría, en España, el fichaje del central ‘gunner’ Mertesacker o del argentino Lamela (que a punto estuvo de firmar por el Atlético), como en su día la padecieron con paciencia infinita los exfutbolistas del Valencia Penev o Poyatos.
De manera feliz podía saludar a sus hinchas con las dos manos, tras las victorias de su equipo, el ofensivo jugador peruano Reimond Manco, mientras que pocas oportunidades de reírse con él han tenido los delanteros a los que se ha enfrentado el portero Buffon. De lo que nadie duda es de la nacionalidad del centrocampista japonés del CSKA Keisuke Honda.
Por último, a muchos les ocurre lo que no se explicaba Fernando Fernán Gómez en aquel anuncio de cerveza en televisión previo a los partidos de liga: que no hay manera de explicarse cómo se las ingeniaban en el terreno de juego ciertos árbitros para mostrar autoridad con semejantes nombres: Japón Sevilla, Medina Cantalejo, Ansuategui Roca, Andradas Asurmendi, Lamo Castillo, Esquinas Torres, etc.
Otras veces lo gracioso no es el nombre, sino la forma en que te lo pusieron. Maicon Douglas, ex lateral de City y del Inter, se llama así y no Michael porque la persona del registro que tenía que inscribirle entendió Maicon en vez de Michael, echando por tierra, de esta manera, el homenaje que sus padres quisieron rendirle al actor norteamericano. En definitiva, que las gracias con los nombres de los futbolistas son tan antiguas casi como Matuzalem, aquel que jugó en el Zaragoza.