ZARAGOZA 1 - ÉIBAR 0
El Zaragoza rompe su racha y deja al Éibar sin liderato
El conjunto aragonés consiguió su primer triunfo tras nueve jornadas sin hacerlo. Luis García anotó el único tanto del encuentro y el Depor es el nuevo líder.
El Real Zaragoza dio por fin carpetazo a sus nefastos meses de febrero y marzo y en el estreno de abril se reencontró con la victoria ante un Eibar que llegaba como mejor equipo de la segunda vuelta a la capital aragonesa y uno de los firmes candidatos al ascenso directo a Primera División. El partido tuvo dos partes completamente diferentes, ya que mientras en la primera fueron los eibarreses los que pudieron dejar encarrilado el encuentro, con un gol anulado incluido, en la segunda fueron los zaragozanos los que fueron creciendo y terminaron venciendo, no sin sufrimiento hasta el último instante.
Dos equipos con trayectorias diametralmente opuestas en la Liga Adelante se medían en la capital aragonesa, pero en esta ocasión los resultados anteriores no sirvieron para nada sobre el terreno de juego. A los dos equipos les costó muchos minutos asentarse sobre el terreno de juego, sobre a los zaragozanos que dieron numerosas muestras de nerviosismo y a duras penas eran capaces de enlazar más de un pase seguido.
Los eibarreses mostraron una mayor solidez en su juego, tanto en colocación como en sus movimientos, y pusieron en numerosos apuros a un adversario que lejos de ir mejorando se fue apagando conforme pasaron los minutos. Tanto Leo Franco como Xabi Irureta se convirtieron bajo los palos de su marco en meros espectadores durante más de la mitad del tiempo de la primera parte en la que ni zaragozanos ni guipuzcoanos fueron capaces de acercarse con un mínimo de peligro al área del equipo rival.
Los hombres de Víctor Muñoz, vistos sus innumerables problemas para entrelazar pases y avanzar metros, optaron por los balones largos y en uno de ellos, tras un estrepitoso error de Albentosa, el delantero Roger Martí se plantó solo ante Irureta pero no supo colocar el balón lejos de su alcance. Lo que parecía ser un estímulo empezó a pesarles en las piernas a los maños y poco después el Eibar en un remate de Arruabarrena mandó el esférico al fondo de las mallas de Leo Franco que el colegiado anuló por un inexistente fuera de juego.
Las bandas zaragocistas eran un auténtico coladero para los azulgranas, sobre todo para un inquietante Jota Peleteiro, al que cada vez que le llegaba el balón daba sensación de peligro ante unos defensores que eran incapaces de frenarle. Dos centros, primero de Gilvan Gomes y luego de Jota fueron rematados de cabeza completamente solos por Arruabarrena y el propio Gomes, pero no acertaron ante un vendido Leo Franco.
La mejor acción local llegó en el último minuto con un buen pase de Luis García que Javi Alamo recibió en su pierna mala y no fue capaz de concluir con éxito la jugada. Apenas cambió el panorama sobre el terreno de juego tras el paso por el vestuario y de nuevo fueron los armeros los que pudieron adelantarse en un balón colgado en un saque de falta de Morales que remató de cabeza Arruabarrena entre los defensores locales.
Víctor Muñoz quería darle más vitalidad a su ataque por la banda izquierda y le dio la oportunidad a Víctor Rodríguez, un jugador que con Paco Herrera había sido utilizado como revulsivo pero en la última época se había desdibujado. Los zaragocistas poco a poco se iban haciendo con el control del juego ante un Eibar que empezaba a sufrir un poco y antes de cumplirse el cuarto de hora Roger disparó desde fuera del área y el rebote le llegó a Luis García que empalmó un balón pero sin excesiva colocación.
Tres minutos después el asturiano volvió a tener una oportunidad, tras un fantástico centro de Rico desde la banda, y esta vez no falló conectando un certero cabezazo ante un sorprendido Irureta que no pudo hacer nada. Todavía quedaba media hora de juego, pero los hombres de Gaizka Garitano no encontraban la fluidez que habían tenido en la primera parte y aunque su rival no bordaba su juego tampoco conseguía su objetivo de poner en aprietos a Leo Franco.
A los que empezó a pesarles la responsabilidad fue a los guipuzcoanos que veían como en la capital aragonesa se les estaba escapando una enorme oportunidad de dar un claro paso hacia adelante para afianzar todavía más su posición de ascenso directo. Los zaragocistas intentaron trabar el juego lo máximo posible para asegurarse una victoria que era agua de vida en su cada vez más agónica situación en la clasificación.
Hasta el último instante tuvieron que sufrir los zaragocistas con una postrera entrada de César Arzo que le supuso su expulsión con tarjeta roja directa y el lanzamiento de la falta de Eizmendi que pasó entre la maraña de rematadores y se fue fuera por muy poco.