La intrahistoria
Cena con morbo: Radamel Falcao, Florentino, Begiristain...
La explicación para el encuentro es que esa cena sirvió para preparar un homenaje a Borgonovo, el exjugador que falleció en 2008 por culpa de la esclerosis lateral amiotrófica.Estrasburgo - Monaco: Ligue 1 en vivo
Cuatro descubrió una cena que dio mucho que hablar en la jornada informativa de ayer. Sus cámaras cazaron entrando a Florentino Pérez en el Txistu tras el Real Madrid-Borussia. En este restaurante estaban cenando, curiosamente, Radamel Falcao, Jorge Mendes (agente del colombiano, entre muchos), Txiki Begiristain (director de fútbol del City), Dmitry Rybolovlev (presidente del Mónaco) y Peter Lim.
El encuentro alimentó los rumores de una operación a tres bandas en la que Di María iría al Mónaco la próxima temporada, Falcao se marcharía al City y por último Agüero recalaría en el Madrid. Sin embargo, la explicación oficial por parte del club blanco a este encuentro se redujo a una simple visita de Florentino, de unos 20 minutos, a un niño (a la una de la madrugada) y que al encontrarse con los otros comensales, simplemente, se acercó a saludar. Nada más. Sin servilletas como a Zidane en Mónaco. Ni coqueteo con el propio Falcao como hizo en la Gala de AS de 2012.
A la salida de la cena, el colombiano mantuvo en Cuatro la versión oficial: “Florentino fue a visitar a un niño”. Txiki Begiristain, en cambio, no mostró talante dialogante a la pregunta de si Falcao es un objetivo del City para la próxima temporada: “Basta ya, ¿no?”.
Pero la última explicación para este encuentro, según hicieron llegar las partes implicadas a este periódico, fue que esa cena sirvió para preparar otro homenaje a Stefano Borgonovo, el exjugador italiano que falleció en 2008 por culpa de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). La viuda de Borgonovo estuvo el miércoles en el Bernabéu y luego estuvo en la mencionada cena.
Cristiano se hizo una foto con ella en el estadio para apoyar la lucha contra el ELA. Pero el portugués no acudió al Txistu. Como tampoco lo hizo Ancelotti, íntimo amigo de Borgonovo y que cede todos los beneficios de su último libro (Mi árbol de Navidad) para su fundación.