NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

VALLADOLID 1 - RAYO 1

Bueno da un buen punto al Rayo y frustra a su exequipo

Firmó el gol del empate después del polémico gol con el que se adelantó el Valladolid. El Rayo sigue fuera de los puestos de descenso.

Bueno da un buen punto al Rayo y frustra a su exequipo
R. GARCIAEFE

Valladolid y Rayo empataron en un partido con poca calidad y mucho nerviosismo. El empate hace más feliz a los vallecanos que suman 10 de los últimos 12 disputados y sigue su camino hacia la salvación, mientras que los pucelanos suman su duodécimo empate en Liga, que no le vale para salir del descenso.

Los blanquivioletas se encontraron un gol, quizás, demasiado pronto. Jeffren sacó un córner que cabeceó Mitrovic, el balón golpeó en Ze Castro y fue hacia la portería. Pese a los intentos de Gálvez por sacar el balón, Mateu Lahoz a instancias de su auxiliar dio por válido el gol. El Rayo se hizo dueño del balón y empezó a dominar el partido a lomos de Alberto Bueno, que fue una auténtica pesadilla y el blanco de la mayoría de las faltas de sus excompañeros. El Valladolid pese a jugar con jugadores asociativos tenía que correr detrás del balón, presionaba la salida del balón en los primeros minutos y eso le restaba opciones, mientras los visitantes rondaban el área de Jaime sin demasiado peligro hasta que el exblanquivioleta Bueno, al que Mitrovic le pudo hacer un posible penalti, se aprovechó de un error de los centrales para marcar el empate, con una volea preciosa. Curioso el caso de un jugador al que el Valladolid le abrió la puerta de manera reiterada porque nunca tuvo continuidad en Zorrilla, le pagó, incluso, la mitad de la ficha, y que hoy es pieza clave para Jémez. Trashorras le puso un balón entre Rueda y Mitrovic, el extremeño no llegó y el serbio en vez de pegarse al delantero, se alejó de él, con lo que el madrileño enganchó un disparo potente ante el que nada pudo hacer Jaime, el sorprendente portero titular ayer del Valladolid. Tras toda una temporada en blanco a la sombra de Mariño, el manchego tuvo sus primeros minutos de la temporada.

En la segunda parte, el Valladolid igualó en la disputa a su rival y le discutió el balón. Los nervios pasaron a ser protagonistas, con especial mención a los dos centrales locales que en sus indecisiones estuvieron cerca de echar por tierra el trabajo del equipo pucelano. De hecho, en una de esas acciones Larrivey se vio completamente solo ante Jaime, pero no aprovechó la ocasión. El partido se convirtió en un correcalles, los blanquivioletas pidieron un penalti por mano de Saúl, Rochina tuvo tres opciones de marcar, pero no acertó, y Paco Jémez decidió ponerle más emoción al partido al colocar prácticamente la línea de su defensa en el centro del campo. Eso, y la entrada de Manucho y Larsson, facilitaron las llegadas del Valladolid que en los 20 últimos minutos tuvo las ocasiones más claras. Óscar falló dos claras oportunidades, al errar en el último control, Guerra se topó con Rubén y a Manucho se le hizo de noche después de regatear al portero vallecano y no acertar con la portería. De esta manera, los pucelanos siguen en descenso y se les van acabando las balas y el Rayo sigue sumando, pero todavía deberá remar hasta la playa de la salvación.