Zidane: “Los jugadores están felices con Carlo Ancelotti...”

—¿Cómo se llega a encadenar 28 partidos sin perder?

Real Madrid

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—Es una barbaridad. El secreto son los jugadores. Compiten, son muy buenos, se entrenan muy bien y son muy profesionales. Y el entrenador lleva bien al grupo.

—¿Se puede comparar este Real Madrid al suyo?

—No creo. Cada época tiene sus cosas buenas y otras peores. Lo que podemos decir es que tenemos una plantilla muy joven, en crecimiento. En mi época de jugador, la plantilla era más veterana. Éramos unos jugadores sin tanto futuro, en la parte final de su carrera.

—Se habla de triplete: ¿Es una presión añadida?

—Claro que se debe de hablar del triplete. Normal. Cuando juegas con el Madrid ya sabes cuáles son los objetivos. Siempre apuntan al máximo. Aquí sólo vale el ganar lo que se tiene por delante. Estamos en la final de la Copa, primeros en Liga y casi en cuartos de la Champions. Si seguimos concentrados y trabajando así, podemos lograr cosas muy importantes.

—¿Están todavía en un camino ascendente esta temporada?

—Seguro. Los jugadores lo saben. La respuesta que muestran cada vez que hay un partido difícil es increíble. Siempre están ahí, y por eso soy optimista y estoy confiado.

—¿Es el banquillo el sitio de Zidane a partir de ahora?

—Sí, sin duda. Es lo que quiero hacer en un futuro. Estoy aprendiendo con un buen técnico. Le conocía de antes porque fue mi entrenador y ahora lo que estoy haciendo es aprender para un día serlo yo.

—¿Disfruta en el banquillo?

—Claro que sí. Además es lo que quiero hacer. Cuando dejé el fútbol en activo pasé a hacer muchas cosas diferentes, vi a muchas personas, estudié fútbol y diferentes puestos dentro del mismo fútbol, pero al final tienes que volver a lo que te da energía, vida. Si se puede hay que hacer lo que quieres y, para mí, es el fútbol. Creo que es el sitio donde yo puedo dar algo, transmitir lo que yo siento y lo que sé.

—¿Por qué es tan especial Benzema para usted?

—Porque es muy bueno. Es un chico muy introvertido, muy reservado, que no habla mucho, pero es un talento puro. Está contento cuando pisa el césped. Lo que hay fuera del fútbol no le gusta, pero todavía es joven y es normal.

—¿Cómo le motiva?

—Le explico cómo y qué es lo que hay fuera. Jugando, pocas cosas hay que decirle.

—Dicen que Benzema es el fiel reflejo de usted...

—Lo sé. En cierta manera nos parecemos. A mí lo que me importaba era jugar, dar el máximo en el campo, estar bien... luego sólo me gustaba estar en casa con mi familia. Benzema es un poquito así.

—¿Renovará?

—Creo que renovará. El club tiene mucho interés en hacerlo y él está bien en Madrid. No habrá problemas. Espero.

—¿Cómo ha trabajado con Jesé para mejorarle?

—En este caso lo importante es que los jugadores admitan que cuando yo les digo algo es para ayudar, para que puedan mejorar. Tiene un talento formidable y todo el mundo lo sabe. Lo que hacemos con Jesé, lo hacemos con todos, con Carvajal, con Varane...

—¿Cómo le recibió a usted el vestuario?

—Bien, ¿no? Sí, creo que así fue. Cada uno lleva su vida como quiere y sabes que no soy de hablar mucho. El jugador, a la larga, lo agradece.

—¿Su mensaje llega?

—Un técnico no puede estar todo el día hablando. Debe decir las cosas justas, en el momento indicado. Yo no hablo demasiado.

—¿Sigue pensando como futbolista cuando trabaja?

—Poco, pero estoy convencido de que no hay que dejar de pensar como uno de ellos. En el fútbol, a veces, pensamos que el entrenador tiene que hablar, chillar, dar vueltas a todo. El fútbol es mucho más sencillo. Hay que trabajar, fijarse en los detalles y tener las ideas muy claras. El fútbol es muy sencillo.

—Y Ancelotti le ha dado esa normalidad que había perdido, ¿no?

—Bueno, no sé si la perdió. Lo que importa es que los jugadores están felices con este entrenador.

—¿Cristiano fue justo ganador del Balón de Oro?

—Merecido. Mucho. Le veo todos los días entrenándose. Llega antes de la hora, se va después, de los últimos, dos horas después de haber terminado la sesión. Le veo trabajando y puedo decir que no tiene techo. Quiere más y más y más. Es un ejemplo para todos, para sus compañeros, para los madridistas, para los rivales.

—¿Le gustan partidos tan al límite como el último derbi?

—Sí. El fútbol es así. A veces hay que llevar todo al extremo. Para ganar un partido hay que luchar, y eso pasa cuando te enfrentas a otro equipo que no tiene tanto talento. El Atlético, como otros equipos, tiene otras cualidades. Para ganarles hay que luchar y pelear. Me gusta ese fútbol. Como jugador, también disfrutaba.

—Se habló de Zidane como seleccionador francés. ¿Se ve cuando se vaya Deschamps?

—Ya veremos. No es el momento de hablar de eso. Lo que dije hace tiempo es que tengo la ilusión de entrenar a la selección. ¿Por qué no voy a tener la ambición de serlo algún día? Me gustaría algún día.

—¿Sufre más en el banquillo que como jugador?

—Muchísimo más. Estás en el banquillo y cuando empieza el partido ya no puedes hacer nada más.

—Llegó a Madrid en 2001 y no se ha movido...

—Los españoles son especiales, siempre me han tratado muy bien. Yo soy francés, pero tengo origen argelino y tenemos ciertos parecidos. Además, mi mujer es española. Noto que la gente me quiere. Este es el mejor sitio para vivir.