La intrahistoria
Ernst Kuzorra, el gran mito del minero-futbolista del Schalke
Ernst Kuzorra se convirtió en el mito del Schalke 04 en la década de los años 30 y 40. Fue un magnífico interior zurdo, que jugó desde 1923 a 1950 en el club minero.
La vida de Ernst Kuzorra (1905-1990) hubiera sido como la de tantos otros jóvenes nacidos a los brazos de la plena Revolución Industrial. Su padre, Karl, minero de carbón, tenía recelos de que su hijo acudiera a jugar al fútbol después de bajar a la mina. Pero Ernst se convirtió en el mito del Schalke 04 en la década de los años 30 y 40. Fue un magnífico interior zurdo, que jugó desde 1923 a 1950 en el club minero. Hoy es una leyenda y en la ciudad de Gelsenkirchen hay una plaza dedicada a su memoria. Es el ciudadano honorario.
Llegó a la cifra de 1.000 goles en su extensa carrera. Su partido más destacado, uno en el que marcó 14 goles. Fue utilizado como arma de propaganda por los nazis. Ganó seis títulos junto a su cuñado, Szepan, que fue capitán de la selección alemana y tuvo un protagonismo en la Mannschaft del que Kuzorra no gozó. Ernst se retiró con 45 años y cambió el devenir del club, llamado por aquel entonces ‘Schalkes Kicker: Die Knappen’, junto a Klodt, Bornemann, Szepan, Schweissfurth, Gellesch, Pörtgen, Urban, Kalwitzki, Tibulski y Berg.
Desde 1933 a 1945, el Schalke ganó 162 de 189 encuentros de la Gauliga, empató 21 y perdió sólo 6. Marcaron 924 goles y recibieron 145. Kuzorra fue llamado a filas para la Segunda Guerra Mundial, obtuvo el rango de sargento, pero no acudió al frente. Le salvó su condición de futbolista, no como a otros compañeros suyos como Berg o Urban, que perdieron la vida en el frente. Antes de la Segunda Guerra Mundial, montó una tienda de tabaco en el barrio del Schalke. Fue una manera de ganarse la vida después, en la postguerra. En el barrio del Schalke, el local continúa vendiendo tabaco en honor al minero-futbolista más famoso del mundo, Ernst Kuzorra.
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