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El lateral ya está en casa

Manquillo: “Yo estoy deseando estar de nuevo con el equipo”

AS visitó a Manquillo en su casa después de recibir el alta ayer. Su familia siempre ha sido su gran apoyo, su madre ha pasado con él las dos noches que ha estado en el hospital.

Manquillo posando con el collarín que tendrá que llevar de cuatro a seis semanas.
Manquillo posando con el collarín que tendrá que llevar de cuatro a seis semanas. Javier GandulDIARIO AS

Manquillo recibió ayer a AS en su casa de Chinchón, con su sempiterna sonrisa a pesar del aparatoso collarín que tendrá que llevar de cuatro a seis semanas y al susto que todavía le queda en el cuerpo. El lateral fue dado de alta ayer por la mañana, tras haber pasado dos días ingresado en la clínica FREMAP. Después del hospital las únicas indicaciones que le han dado son el reposo y el uso del collarín, que no se puede quitar ni para dormir. Después de ese primer mes o mes y medio, y según evolucione su fractura de lámina de la vértebra C7, comenzará el trabajo de rehabilitación y fisioterapia gracias a los que espera poder volver a competir a fin de curso.

Pero, paso a paso, ahora lo que le toca es descanso y ese lo encontrará en su residencia familiar, en Chinchón. Allí, Manquillo vive con su padre, su madre y sus dos hermanos en la conserjería del colegio Hermanos Ortiz de Zárate, donde trabaja su padre. Desde allí, su progenitor, Miguel, relata aún emocionado cómo vivieron los momentos inmediatamente posteriores a la terrible caída. “Estábamos en el Calderón. Vimos por los monitores cómo se había doblado el cuello y nos llevamos un susto tremendo. Su madre bajó directamente a la zona de los vestuarios para marcharse con él en la ambulancia que le llevaba a la clínica”. Precisamente es su madre la que más ha sufrido en este percance. Acompañó a su hijo en el traslado del Calderón al hospital y pasó con él las dos noches que tuvo que estar ingresado. Ayer descansaba el cuerpo y los nervios sabiendo que su hijo está en casa y que la recuperación será ya sólo cuestión de tiempo.

La familia del canterano, muy futbolera, también sabe que estos imprevistos son parte de la vida de un profesional. “Estas cosas pasan, ahora lo más importante es que se recupere”, comenta su padre.

El jugador también quiso tranquilizar a los aficionados y agradecerles su apoyo a través de unas palabras en su Twitter personal: “De nuevo, muchas gracias a todos por vuestros mensajes de apoyo. Ya me encuentro en casa descansado y deseando estar de nuevo con el equipo”.

Su primer campo de entrenamiento

Manquillo dio sus primeras patadas a un balón en los campos de fútbol del colegio Hermanos Ortiz de Zárate, en Chinchón. Su padre es el conserje del centro lectivo y la familia tiene su residencia habitual allí. Así, los tres hermanos Manquillo pudieron disfrutar de los patios vacíos durante toda su infancia y fue así cómo dieron sus primeros pasos en el fútbol. No les ha salido mal: uno ya es jugador del Atlético y otro juega en la cantera del Rayo.

Chinchón está con el canterano

Durante estos días la aparatosa caída del lateral ha sido el tema de conversación de Chinchón, el pueblo de Manquillo. El lateral y su familia son muy queridos en la localidad madrileña y todos sus vecinos coinciden en “el tremendo susto que fue. Sobre todo por la forma en que se le dobló el cuello”. Sus paisanos reconocen que el canterano “hace una vida normal con sus amigos, como la de siempre. Muchos de ellos se reúnen para verle cuando juega con el Atlético”.