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Rabello: "Elegí parte humana antes que dinero o Primera"

"El Deportivo me brindó su confianza desde el primer momento, el entrenador me llamó y eso es fundamental para un jugador", explica el jugador chileno.

Rabello: "Elegí parte humana antes que dinero o Primera"
SANCHOFOTODIARIO AS

Se alejó de su familia siendo niño para hacerse hombre en Colo Colo, con el que debutó con 15 años; con la mayoría de edad recién cumplida, apostó por empacar otra vez la maleta, cruzar el charco y llegar a Sevilla; y, hace un par de semanas, Bryan Rabello tomó rumbo a Galicia para sacar el billete del Deportivo a Primera y el suyo al Mundial.

"Elegí el Deportivo porque más que dinero preferí la parte humana. El Dépor me brindó su confianza desde el primer momento, el entrenador me llamó y eso es fundamental para un jugador. Yo necesito más apego al técnico y jugadores que quizá ganar más dinero o estar en Primera", razona en una entrevista a EFE.

Su precocidad no le ha quitado el hambre: "Me quedan muchos sueños por cumplir, muchas metas por obtener poco a poco", dice después de haber repasado una carrera llena de éxitos anticipados. Bryan Rabello nació en Rancagua en 1994.

"Tuve una infancia linda. Jugaba todos los días en una cancha cerca de mi casa, iba al colegio, estaba con mis amigos", recuerda.

De aquella etapa le quedan "un par de amigos" con los que intenta pasar un rato "siempre" que viaja a Chile. Desmiente que en aquella época jugara al fútbol con adultos por dinero: "Mis padres no lo aceptarían". Confiesa, eso sí, que su familia es "muy humilde", que sus progenitores "siempre trabajaron" para darle lo mejor y que eso lo "marcó muchísimo".

Por eso se lo ha intentado devolver: "Con lo que obtengo en el Sevilla y el Deportivo y lo que he logrado en mi carrera, ya no trabajan. Fue una de mis grandes alegrías, un sueño". Casi todos los demás los cumplió en el campo desde que su hermano "convenció al 'profe' Ricardo Horta" para que le metiera en la escuela local de Colo Colo.

"Hice un par de jugadas que le encantaron y me empezó a llamar, me ponía con niños mayores y eso me ayudó", sostiene. Despertó el interés del equipo 'Cacique' y comenzó a ir todos los días en bus a entrenarse a la capital tras acabar el colegio.

"Era un trayecto bastante incómodo, pero lo pasaba increíble", señala Bryan, quien entonces estaba tutelado por Georgina de la Merced, a la que llama "la 'abueli'". "Fue un pilar fundamental. Siempre que puedo hablamos y nos escribimos", dice el futbolista.

Con ella y su nieto Michel Ramírez, actual jugador de Santiago Wanderers, consiguieron un apartamento en Santiago. Admite que entonces hablaba "muy poco" y que en la capital se fue "soltando".

Su siguiente paso le resultó "duro", como había sido el de separarse de su familia. Michel "tuvo que salir del club" y él se quedó en "la Casa Alba", donde están los elegidos de Colo Colo: "Fue raro". Con 15 años, Hugo Tocalli le llevó concentrado de pretemporada con el primer equipo y fue 'bautizado': "Cuando eres primerizo, te rapan el pelo, te hacen cortes raros, pero es una sensación increíble que hay que vivir", explica.

Poco después debutó ante Lota Schwageren la Copa Chile. "No es lo habitual, debuté muy prematuramente. A los 15 años, ya era jugador del primer equipo en Colo Colo, el club más grande de Chile", dice.

Entre abril y mayo de 2010 se corona campeón del 'Mundialito sub-17' en Italia. "Eran de una serie mayor que yo, del 93", recuerda Rabello, que fue elegido mejor jugador del torneo, aunque se quita importancia: "En general, el equipo estuvo extraordinario".

Cuenta que aquel éxito acabó "marcando un poco" su carrera porque le "empezaron a llegar ofertas" y meses después, en agosto, con 16 años, 3 meses y siete días, debutó en la Liga chilena con Diego Cagna, exjugador del Villarreal, como técnico.

"Él fue uno de los que más me hizo jugar. Me dio confianza desde el primer minuto y eso me ayudó", relata el ahora jugador del Deportivo, que anotó su primer gol tres meses después.

"Se me vinieron muchas cosas a la cabeza y no me dio tiempo a celebrar, solo a acordarme de mi familia, de mis seres queridos y todo el esfuerzo que había hecho para llegar. El camino fue muy duro", reconoce. El siguiente gol especial lo celebró ante Universidad de Chile, en el superclásico, "otro" de sus "lindos sueños" en "esos partidos tan importantes que veía desde pequeño".

En julio de 2012, tras acabar contrato con Colo Colo y con la mayoría de edad recién cumplida, cruzó el charco. "Las circunstancias se dieron así. Quizás en el club en el que estuve no se hicieron las cosas de la mejor forma", admite.

En su destino, el Sevilla, alternó el primer y el segundo equipo, con su compatriota Gary Medel como 'hermano mayor'. "Se portó increíble. Era la alegría del equipo", explica Bryan, que esta temporada le echó de menos.

Estando ya en Europa, el 6 de febrero de 2013, con 18 años, debutó con la absoluta en el Vicente Calderón ante Egipto con el seleccionador actual, Jorge Sampaoli, en el banquillo. "Me pilló un poco por sorpresa. Me gustó demasiado estar en la selección. La experiencia es única", apunta. En agosto, vistió por última vez la camiseta de la absoluta de Chile ante Irak, pero no pierde la esperanza de estar en el Mundial de Brasil: "Me lo tomo con tranquilidad. Con rendimiento y mucho trabajo se dan las cosas solas. Ojalá llegara a esa cita".

Si va al Mundial, coincidirá en el Grupo B con el vigente campeón, España; el subcampeón, Holanda; y Australia: "La verdad que es bastante difícil, pero Chile está a un gran nivel, tenemos jugadores con mucha calidad y podemos hacer un gran Mundial. Uno siempre tiene las ganas de salir adelante, y a eso va a ir la selección, no a especular, sino al cien por cien".

Afirma que Sampaoli no ha hablado con él sobre el Mundial, pero sabe que tiene que ganarse el billete a Brasil con el Deportivo: "Lo que me propuse esta temporada fue salir del Sevilla para obtener más minutos y recuperar la confianza. Estoy con muchas ganas, con mucha ilusión".

Rabello, que luce el 14 por su hermano, sabe que está aún "en edad de crecer, en proceso de maduración", y que le queda mucho por disfrutar en el campo, donde su deseo es "ser un jugador referente" como en su día Iván Zamorano o Marcelo Salas, y en la vida, porque, a pesar de su exitosa trayectoria, apenas tiene 19 años.