Cantabria tiene la mayor concentración de árbitros

En Santander salen árbitros como setas. De los sesenta colegiados de Primera (veinte árbitros y cuarenta linieres) seis son del colegio cántabro. El diez por ciento del colectivo. La provincia de Cantabria ocupa el 1,04 por ciento del territorio de España y su porcentaje de población es del 1,2 del total del país.

Además de los dos hermanos Teixeira, árbitros, son jueces de línea en la máxima categoría del fútbol español García Fernández, Lamfus Bartolomé, Torres Iniano y Díaz Casado, que es internacional. Una de las tres únicas mujeres que pitan en categoría nacional, Rocío Puente Pino, también es del colegio cántabro, como otros seis árbitros y otros tantos asistentes del colectivo de Segunda B.

Hasta esta misma temporada y durante los últimos cinco años el jefe, como le conocen en sus dominios, Sánchez Arminio, tenía por norma concentrar en su ciudad, Santander, a los árbitros y asistentes de Primera. Una semana en julio entre el parque de La Magdalena y la playa del Sardinero. Walter García Carro, colega de MixFM y profundo conocedor del arbitraje cántabro, asegura que “si rascas un poco, todo te lleva a Sánchez Arminio”.

Victoriano Sánchez Arminio tiene 72 años y desde 1993 es el presidente de los árbitros españoles. Pese a que tiene su oficina profesional en Las Rozas, en la sede de la Federación Española, mantiene su residencia y su casa en Santander. Trabaja en Madrid de martes a jueves, aunque la semana pasada, fecha de las semifinales de la Copa del Rey, no pasó ni un día en la capital. En su ausencia el que maneja el cotarro arbitral es Raúl Massó, secretario del Comité. Su verdadero hombre fuerte en la sombra, según los colegiados. Incluso por delante de Manuel Díaz Vega, exárbitro y director técnico, que es quien habla con los árbitros.