Dos hermanos que la liaron parda
Los hermanos Teixeira Vitienes crean alarma social en la Liga
Dos árbitros, hermanos y paisanos del presidente de los árbitros, Sánchez Arminio, han escandalizado con sus estrepitosos errores del fin de semana pasado.
Dos hermanos, José Antonio y Fernando Teixeira Vitienes, han soliviantado a más de media España tras sus pésimos arbitrajes del fin de semana. El menor, Fernando, la lío parda en el Almería-Atlético. Al día siguiente fue su hermano José Antonio, el que concedió un gol en clamoroso fuera de juego a Alexis, el tanto que supuso el gol del empate del Barça en Sevilla y el comienzo de su remontada.
Los Teixeira Vitienes son de Santander, como Victoriano Sánchez Arminio, su jefe. Nacieron en el seno de una familia humilde en el barrio de Cazoña, en un edificio al lado de la facultad de Medicina. Llegaron al arbitraje de la mano de su padre, que también fue colegiado. Fernando fue visitador médico, y ahora tiene una charcutería en el barrio de Maliaño. José Antonio fue un estudiante brillante, de matrículas y sobresalientes. Ingeniero de Telecomunicaciones, fue director de informática del Diario Montañés. Ahora trabaja como director general de tecnología para el Ayuntamiento de Santander. Le fichó el alcalde, Iñigo de la Serna, del PP.
Fernando Teixeira Vitienes cumple su undécima temporada en Primera. Es internacional desde 2009. Pasó cuatro temporadas en Segunda antes de dar el salto. Pitó el sábado en Almería y no dejó títere con cabeza. Se tragó tres penaltis (dos a favor del Atlético y uno del Almería) y dio uno que no lo fue y que acarreó la expulsión de Aranzubía.
Su hermano mayor, José Antonio, lleva sólo cuatro temporadas en Primera. No es internacional. En Sevilla no quieren ni verle. Están que trinan con él. Y de pasó también en Madrid. La remontada del Barça en el Pizjuán se inició gracias a su error en el gol de Alexis.
Emoción. Un exárbitro, que prefiere mantenerse en el anonimato, dice que “tampoco está mal el resultado de todo: tres equipos empatados a puntos en la cabeza de la tabla superada la mitad del Campeonato. Eso es bueno para el espectáculo, para la polémica, para que hablen de todo hasta que acabe el curso. Como ha pasado siempre”. Siempre no. Hay que remontarse a la temporada 1982-83, hace más de 30 años, para encontrar tanta igualdad. Entonces, Barcelona, Real Madrid y Athletic iban empatados a 33 puntos en lo alto de la clasificación.
Los hermanos Teixeira Vitienes no tuvieron un buen fin de semana, todo lo contrario que su carrera. Sánchez Arminio les tiene en alta estima desde que se produjo una de esas situaciones subterráneas que se dan en algunos colectivos. Fue en la lucha por la gobernanza del Colegio Cántabro de Árbitros. Allí mandaba Rafael Díaz Agüero, Fali, árbitro de Segunda y rival de Sánchez Arminio. Victoriano quería en el puesto a uno de sus jueces de línea, Emilio Fernández Terente, que tantas veces le había asistido en los campos de Primera. Los Teixeira Vitienes, entonces en las categorías inferiores del árbitraje, hicieron un buen trabajo entre los árbitros cántabros de Segunda B y Tercera, y Fernández Terente le comió la tostada a Fali. Fernández Terente siguió escalando y hoy está en la junta directiva del Comité Técnico junto al propio Sánchez Arminio, su presidente y valedor. A partir de ese momento se disparan la popularidad y las carreras profesionales en el arbitraje de los hermanos Teixeira Vitienes, que llegan a Primera a velocidad de crucero. A José Antonio aún le queda un año en activo, a Fernando le faltan dos para la retirada. Puede que otro árbitro cántabro, Arias López, ascendido a Segunda esta temporada, les tome el relevo.