La resaca del derbi
Indignación en el Atlético de Madrid con Arbeloa y Pepe
Diego Costa fue el blanco de los madridistas y el delantero rojiblanco acabó con una amarilla. El Atlético no recurrirá esa tarjeta que vio el jugador en el Santiago Bernabéu.
Dos acciones sobre Diego Costa en el derbi de Copa tienen indignado al Atlético. En el club no se buscan excusas en el árbitro por la clara derrota en el Bernabéu, pero la patada de Arbeloa por la espalda y sin el balón en juego y el hecho de que Pepe se sonara la nariz en la cara del jugador atlético superan el límite de lo permitido. No se pretende justificar la derrota en la figura de Clos, solamente que el juego subterráneo en contra de Costa llegó a un nivel como para hacérselo mirar.
Todos saben que el delantero colchonero juega al límite del reglamento, lo reconocen en el club, sus compañeros y su técnico. En el Bernabéu, y no es la primera vez, tres jugadores madridistas saltaron al campo para buscarle las vueltas a Costa, algo que en el Calderón consideran, también, propio de la estrategia del juego. Xabi Alonso, Ramos y Pepe se turnaban para intercambiar todo lo permitido y bastante de lo no permitido por el reglamento con el ariete del Atlético. El rojiblanco no se quedaba corto y muestra de ello es el empujón que propinó a Pepe en el minuto 18. Arbeloa reaccionó con una primera patada y después con un claro penalti que no señaló Clos por agarrón. Son lances del juego se piensa en el club, pero lo que ya no se transige es lo que hizo después Arbeloa.
Con el balón parado y Costa de espaldas, le propinó una patada a traición. Intolerable para los colchoneros, pero aún más lo que vino después. Costa se quejaba a Clos señalándole su cara hasta que la televisión reveló la acción. Pepe se acercaba a Costa y se sonaba la nariz en su cara. En el Atlético se cree que se atravesó la frontera, incluso del juego subterráneo, y se considera que en los últimos derbis se ha llegado ya demasiado lejos. De hecho, alguno ve con buenos ojos que Diego Costa no juegue el partido de vuelta. El club colchonero no va a recurrir su amonestación, la que supone cumplir ciclo en la Copa, porque el jugador vio la amarilla por “discutir con un contrario sin llegar al insulto ni a la amenaza, habiendo recibido previamente una falta”, según dicta el acta.
Mal ejemplo. No habría manera de retirar esa amonestación, así que no se presentarán alegaciones. Lo sucedido en los últimos derbis no es un buen ejemplo para nadie, al margen de quién sea el protagonista de las acciones. Clos tuvo un partido dificilísimo, crispado desde el primer minuto y se está jugando con fuego.