Betis | Adán
“El Madrid me dio un máster en presión; ahora soy alguien feliz”
El portero madrileño hace borrón y cuenta nueva, igual que este Betis casi desahuciado que, con él bajo los palos, logró ante el Espanyol una victoria tras 14 jornadas sin ganar.
—Una semana en Sevilla y le han pasado muchas cosas. Sobre todo, debutar y ganar después de que el Betis llevara 15 jornadas sin hacerlo.
—-Me he encontrado un vestuario de gente buena, que te levanta el ánimo, y además logramos tres puntos vitales. Queda mucho, pero ganar tras tanto tiempo refuerza la moral del equipo y de la afición que está detrás.
—¿Como se sintió en su debut?
—No he jugado muchos partidos en Primera con el Madrid y esto es otro grande, el Betis, así que las primeras acciones fueron más complicadas. Pero con el paso de los minutos fui cogiendo confianza y creo que di serenidad.
—¿Alguna sorpresa?
—La gente. En la tele ya se ve que la afición del Betis es especial, pero in situ te das más cuenta. Hay béticos en todos sitios, como nos pasó en Huelva (la plantilla bética tuvo allí una miniconcentración la semana pasada). Vamos últimos y animan igual. El Manque Pierda no es un sólo eslógan, es una gran verdad.
—Hay quien dice que si usted y N’Diaye (otro fichaje invernal, también debutante y estrella ante el Espanyol) hubieran llegado en verano, otro gallo cantaría al Betis...
—En verano estuve muy cerca de venir, nos reunimos muchas veces. Pero el Madrid no trajo a Ancelotti hasta bien entrado julio y entonces era tarde para el Betis.
—Huye de la pregunta. Los porteros del Betis han vivido muchas críticas este año y Andersen se marchó. ¿Cómo les veía y ve usted?
—Cuando un equipo encaja tantos goles los primeros señalados son los porteros, pero no creo que la culpa sea sólo de ellos. Defender es cosa de todos. Respecto a los porteros que había ya, con Andersen coincidí una semana.... Y Guille Sara se ha preocupado mucho por mí desde que desembarqué aquí.
—¿Qué tipo de portero es Adán?
—Un portero que no hace cuatro paradas increíbles, pero que intenta ser serio y ordenado. Hay un trabajo menos espectacular que es tan importante, como salir y coger el balón en los córners. Yo me identifico con eso. Aplicado a los delanteros: vende más un gol de chilena que con la espinilla, pero hay veces que el segundo significa más.
—¿Un modelo?
—Bodo Illgner es mi prototipo, como Van der Sar. Son porteros más serios que espectaculares. Que Iker pare cuatro en la escuadra tiene muchísimo mérito, pero por características me gustan más los otros.
—Habla usted de Iker, de Mou, del Madrid...
—El último año allí ya tenía decidido salir. Pero hablé con Mourinho y él me dijo que me daría minutos, entre la Copa, Champions y Liga. Sumando parecía que iba a jugar 20 partidos, que son como 50 en otro club. Eso me hizo quedarme un año más pero al final ocurrió lo que ocurrió...
—Que Adán jugó poco y, para colmo, vivió en medio del fuego cruzado de la guerra Casillas-Mou.
—Así es. Estar metido en una pelea con el mejor entrenador del mundo, el mejor portero del mundo y toda la Prensa del mundo pendiente... Es duro. Pero también te hace dar un paso adelante y crecer.
—¿Aquello le benefició?
—No en lo deportivo, pero en lo personal creo que me dio un máster de presión mediática. Me hizo una persona más madura para centrarme en lo que quería de verdad. Creo que aquello me ayudó a saber lo que no quiero. Y eso es fundamental para ser feliz..
—¿Cómo vive esa guerra, ya sin Mou y desde fuera?
—Diego está haciendo partidos muy buenos y sería injusto quitarle ahora. Pero Iker, cuando juega y con la dificultad que tiene hacerlo cada 15 días, también está a gran nivel. Difícil decisión.
—¿Su relación con Iker y Diego, cómo quedó?
—Es buena. He hablado con ambos después de salir del club y en mitad del jaleo intentábamos abstraernos de esa polémica porque si no, no hay manera de seguir adelante.
—-Debe de ser difícil que dos porteros-compañeros puedan ser grandes amigos.
—No le voy a mentir: así es. Si no juegas, el titular te quita el pan y el protagonismo y si es al contrario, el otro portero pensará lo mismo. Pero el compañerismo sano es vital para que un equipo funcione. Los entrenadores deben saber eso.
—¿Sigue siendo madridista a pesar de aquel infierno?
—Sí, mucho. Todos en mi casa. Tras 16 años allí en esa casa es normal que lo sienta y lo sienta de verdad.
—Dentro de poco va al Camp Nou. Mire que si se sale y le da la Liga al Madrid...
—Ya estuve de suplente, en todo aquello del dedo en el ojo... Pero esta vez, los puntos serían importantes para el Betis. Eso sí, cuando salte al campo también lo hará mi parte madridista y si de paso ayudamos al Madrid...
—Salvación, utopía del Betis...
—No pensamos en mayo. Todos nos daban por muertos y sacamos el orgullo ante el Espanyol. Ése el camino. El sábado, a vaciarnos en Valencia.