Adiós de Harry
El Racing pedirá cuentas en los juzgados al consejo saliente
La Junta de accionistas del Real Racing Club decidió ayer, por unanimidad, iniciar la acción social de responsabilidad contra Ángel Lavín, Harry, y contra todos los exconsejeros.
Los días de vino y rosas se han acabado para Harry. Al menos los de vino y rosas pagados por el Racing. Se acabaron los Mercedes y BMW deportivos alquilados durante meses por un club en bancarrota. Se acabaron los viajes en preferente (algunos pasajes se pagaron y ni tan siquiera se llegaron a realizar). Se acabaron las visitas a Girona para, en nombre del Racing y en compañía de Francisco Pernía y Eugenio Botas, proponer tratos nefandos. Se acabó.
La Junta de accionistas del Real Racing Club decidió ayer, por unanimidad, iniciar la acción social de responsabilidad contra Ángel Lavín, Harry, y contra todos los consejeros de los últimos consejos de administración. Este es solo uno de los múltiples procesos judiciales de los que va a tener que defenderse en los próximos años derivados de los 18 delirantes meses en los que dirigió al Racing. Apenas cinco horas antes, Onur Arslan, el hombre que ahora controla el 98,9% de las acciones del club empezó otro proceso contra él al acusarle de delito societario con motivo de la suspensión de la Junta. Tanto el juez como la fiscalía creen que hay indicios suficientes de delito y que nunca tuvo intención real de que se celebrara esa cita, que su convocatoria fue una superchería legal y que “parece constituir indiciariamente un fraude a los derechos de los accionistas”.
Hay más. Siendo esos dos procesos recién iniciados preocupantes, aún lo es más el de la querella criminal que tramitó contra él y contra Pernía la Asociación de exjugadores por delito societario continuado. No solo están ambos ya imputados en el caso sino que el pasado mes de noviembre ambos sufrieron un durísimo interrogatorio por parte del juez Agüero y del fiscal jefe de Cantabria que hace prever un futuro judicial complicado para ambos. Con un problema añadido para ellos, acostumbrados a la barra libre jurídica: a partir de ahora ya no estará el Racing para pagar cientos de miles de euros en procesos judiciales. Ahora, el que rompe, paga.