Orellana, un viejo conocido, amenaza ahora Los Cármenes

Aparece por el horizonte de Los Cármenes un viejo conocido. Y lo hace en la cresta de una nueva ola en su carrera. Orellana no llegó a echar raíces en Granada, donde vivió tres etapas diferentes. Su carácter no cuajó en la ciudad. Pero su fútbol eléctrico sí dejó momentos para la historia del club. Suyo fue el gol que propició la prórroga y posterior tanda de penaltis precisamente frente al Celta en el playoff de ascenso a Primera hace tres temporadas. Aquella noche de junio, Orellana resquebrajó las ilusiones celtiñas. Roberto las enterró desde los 11 metros. La afrenta caló en Vigo y hasta dos veces hizo el chileno el trayecto Los Cármenes-Balaídos. Luis Enrique está explotando su mejor versión en las últimas semanas y el exrojiblanco regresa como uno de los líderes del Celta y con el propósito de restañar parte de aquella herida que abrió en la parroquia celeste.

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Más allá de cuitas personales, el Granada encara el partido con la autoimposición de mantener su mejoría como local y alejar de paso a un rival directo. Para ello tirará de su once de gala, capitaneado al frente por Piti, El Arabi y Brahimi. El equipo de Alcaraz ha ganado solidez defensiva en las últimas jornadas. Sumó cuatro puntos sin encajar gol ante Valladolid y Osasuna en Los Cármenes. El tridente de Luis Enrique llega en plenitud. Orellana, Charles y Rafinha hicieron añicos al Betis y atraviesan el mejor momento de la temporada.

Granada y Celta comparten dibujo (4-3-3) y buen gusto con el balón. De entrada, el partido promete. En juego hay una enorme ración de confianza y tranquilidad. Y la cuenta pendiente de Orellana.