31-E: el día del orgullo cántabro
Un 31 de enero como hoy, pero de 2008, Tchité silenció San Mamés y el Racing pasó a semifinales de Copa por primera vez en su historia. Su afición, entregada al equipo de Marcelino, se dirigió hasta una estación de servicio entre Santander y Bilbao (Hoznayo), para detener al bus y honrar a sus héroes. Fue una exaltación espontánea y mágica. Mientras, Pernía, volvía solo en el Audi S-8 que le compró el club, orgulloso de su éxito presente y relamiéndose con los planes de futuro. Total, había dejado la política (consejero del PP) para pavonearse en los palcos y rascar lo que pudiera.
Hoy, 31 de enero de 2014, el Racing está en 2ªB y, aun así, sigue emocionando. La eliminación más bonita del mundo. Su gente volvió a arroparle. Pernía, ya con el carro confiscado, siguió en la clandestinidad el caos que él mismo ha generado. Sin cargo, con el PP queriéndole echar, sin la fortuna que soñó, imputado, con amenaza de cárcel y con la Fiscalía pidiéndole cinco millones de euros y la inhabilitación. Hoy, seis años después de Hoznayo, la afición y el equipo siguen dando ejemplo, y la presidencia se ha superado: de la temeridad disimulada al secuestro descarado.