RAYO 2 - ATLÉTICO 4
El Atlético recupera el gol y el ritmo con la ayuda del Rayo
Villa, Arda (2) y Saúl (en propia puerta) marcaron para los visitantes; Viera y Larrivey para los locales. Courtois paró un penalti con 0-1. Enorme Gabi y gustó Sosa.
Podría ser el eslogan de un medicamento: ‘Contra la falta de gol, Rayo Vallecano’. Porque el Atleti andaba preocupado con su puntería en 2014 y a los ocho minutos Baena le regaló el 0-1. Mano de santo. Después marcó tres más sin excesivos esfuerzos ni demasiada resistencia por parte de una defensa que siempre parece ir con el enemigo. Así es imposible sobrevivir por más que cuando tiene el balón sigue siendo un equipo estupendo, uno capaz de marcarle dos goles a un Atleti que sólo había encajado 12 en los 20 partidos anteriores. Pero como siempre da el doble de lo que recibe se hunde ya a seis puntos de la salvación, mientras el Atleti se reconcilia con la victoria tras dos empates y sigue en lo alto. Las dudas se disipan, la clasificación queda.
Simeone intentó dar al fin descanso a Koke, pero no quiere el destino que el internacional se tome un respiro, así que Tiago se lesionó en el calentamiento y el canterano volvió al once. Lleva ya 35 partidos jugados esta temporada, tres más que el siguiente (Courtois); menos mal que es joven... El que se estrenó como titular en Liga fue Sosa y, esta vez sí, dio síntomas de futbolista importante. Era importante para el técnico, pues la inmediata inclusión en sus planes del recién llegado había levantado razonables suspicacias viendo lo que le cuesta confiar en el resto de suplentes. Por lo visto en Vallecas, una vez más, el Cholo parece tener razón.
La primera media hora, el Atleti fue una fiera alimentada por su anfitrión. Tras un par de avisos, en el 8’, Baena le regaló un balón a Villa en la frontal y Diego Costa no dejó que sus seis partidos sin marcar le cegaran: sólo ante Rubén, le dio el gol al Guaje que, sin hacer ruido, lleva ya diez en Liga. Sin embargo, a Manquillo se le contagió el síndrome del lateral derecho y regaló un penalti tonto, como Juanfran hace una semana. En carrera y sin querer, zancadilleó a Bueno. Courtois le echó un capote deteniendo la pena máxima a Viera. Un día más en la oficina para el belga.
Rubén aceptó el duelo de porteros con una gran doble parada ante Diego Costa y Sosa, pero nada pudo hacer a la media hora cuando el argentino, con todo a favor, decidió regalarle el gol a Arda. Detallazo. La jugada la fabricaron Villa, que completó un gran primer tiempo, y Diego Costa que, tal vez por enfrentarse a viejos compañeros, olvidó las pendencias y se dedicó a jugar al fútbol. Y muy bien. Aunque no marcó, volvió a ser el delantero determinante de 2013.
El Rayo recortó distancias a los 40 minutos: gran maniobra de Larrivey, destello de Trashorras y gol de Viera tras pegar en Miranda. Pero, como el escorpión cruzando el río sobre la rana, no pudo luchar contra su naturaleza y concedió el 1-3 justo antes del descanso. Falta lateral sacada por Gabi, despeje fallido de Saúl y Arda a placer. Demasiado fácil.
El Atleti se tomó la segunda mitad con mucha calma, consciente de que las ocasiones llegarían aunque ni las buscase. Ya se encargaba el Rayo. Sólo Gabi, enorme, mantuvo la intensidad y con eso bastó. Arda rozó el hat-trick con un gran disparo, Óliver se luxó el hombro nada más salir y Diego Costa pensó durante un segundo que su sequía había acabado, tras rozar a la red un pase de Filipe, que se había marcado una ruleta para enmarcar en el origen de la jugada. Pero no. Saúl, que no es central por más que Paco se empeñe, fue quien metió el balón.
De inmediato Larrivey cabeceó el 2-4 y Falque provocó desconocidas grietas en la defensa visitante, con Miranda y Godín muy despistados. Pero no así Courtois, que evitó la emoción final por dos veces. El Atleti encontró el gol, perdió las dudas y sigue arriba. El Rayo, buen vecino, le echó un cable.