La sede de España en el Mundial de Brasil está en serio peligro

La FIFA le ha dado un ultimátum a Curitiba, sede de España en el Mundial. O termina el estadio antes del próximo 18 de febrero o buscará otra ciudad alternativa para albergar los partidos de la fase de grupos.

El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, José María Marín, hijo de españoles, resumió la situación: “Creo que los responsables de la construcción necesitan recuperar el tiempo perdido o, por primera vez, la FIFA tendría que aplicar un plan B. Es un tema difícil”.

Las obras del Arena da Baixada llevan un retraso de varios meses. El estadio debería haberse entregado el pasado 31 de diciembre, pero aún hay obras en la estructura, no tiene asientos instalados, ni tampoco el césped plantado y la cubierta está a medio terminar. El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, advirtió el martes que Curitiba puede ser excluida de las 12 sedes del Mundial si no garantiza “progresos” en la entrega de su estadio, seriamente retrasado.

La CBF, sin embargo, tiene esperanza de que “todo se solucione a tiempo”. Marín puso como ejemplo la Copa Confederaciones del pasado verano. “Nuestras constructoras tienen una gran capacidad, con prestigio y obras en el exterior, para finalizar los proyectos. En la primera reunión en la FIFA, Recife estaba fuera de la Copa Confederaciones. Pedí la palabra y dije que era una equivocación. En ese entonces, la constructora triplicó el número de trabajadores y el estadio quedó listo”. Efectivamente así fue. El estadio se terminó a tiempo, pero no los accesos al mismo. Llegar allí fue una aventura, con carreteras a medio terminar y tramos sin asfaltar.

La FIFA espera inaugurar mañana el estadio de Natal, pero además del de Curitiba aún no han sido entregados los de Manaos, Cuiabá, Porto Alegre y Sao Paulo.