La madera salva a Osasuna

El Granada se estrelló contra el muro de Osasuna. La fe no fue suficiente para los rojiblancos, que gobernaron por completo el partido pero que no encontraron la manera de hincarle el diente al férreo equipo de Javi Gracia. Tuvo minutos muy lúcidos el equipo local, especialmente en la primera parte. Aun así, se quedó sin recompensa.

Asentó a su equipo hace ya muchas semanas Alcaraz apostando por el trivote. Ahí radica el equilibrio del Granada. Iturra lo barre todo, Fran Rico pone la pausa y Recio sigue creciendo en cada partido. La pareja Lolo-Silva se vio en inferioridad numérica y futbolística en el centro del campo y Osasuna se vio obligado a entregar el timón del partido.

Dueño del balón, el Granada encontró rendijas hacia Riesgo gracias a la movilidad del trío atacante rojiblanco y la profundidad de sus laterales. Recio, que empieza a mostrar maneras de buen llegador, estrelló un cabezazo en el poste y luego se quedó a centímetros del gol tras una gran jugada de El Arabi. Al marroquí se le quedó pequeña la portería minutos después tras un gran pase de Piti.

Osasuna agradeció la llegada del descanso. Gracia juntó líneas para achicar espacios y minimizar riesgos e igualó el partido. Con Brahimi más vigilado, al Granada se le apagó la luz. Arriba, los navarros lo apostaron todo a una contra que nunca llegó. Riera fue una isla, pasó de puntillas por el partido y sólo pudo aportar trabajo. Piti lo intentó una y otra vez sin éxito y la aparición de Riki fue testimonial. A Osasuna le venía bien el empate de salida y se fue feliz a casa. El Granada quiso pero no pudo.