Café, Copa y Fútbol | Quique González
"Fue emocionante ver llorar a Cristiano Ronaldo, se humanizó"
Se confiesa un privilegiado porque vive de la música. Pero bajo la aparente fragilidad de Quique González, hay un trabajo titánico persiguiendo su independencia.
¿Qué impresión le dejó la gala del Balón de Oro?
—Me alegró ver humanizarse a Cristiano. Creo que mucha gente cambió la opinión que tenía de él, después de verle llorar al recoger el premio. Fue emocionante. Es un tipo que se deja el cien por cien en todo. Pocas veces se ha visto un futbolista igual.
—De todas formas el que más arriesgó en la gala fue Messi. Lo digo por el traje colorado que lucía.
—Creo que tiene algunos problemas con el estilista. Pero está bien, le da un punto extravagante y divertido a Messi. De todas formas, sospecho que el fútbol y la moda no se llevan muy bien. Los ves de frac y lo que quieres es que se pongan de corto y empiecen a jugar un rondo en medio de la gala.
—Hay alguna excepción. Xabi Alonso parece que se ha convertido en un icono de moda.
—Tiene mucha clase como persona y sobre todo como jugador. Se nota mucho la presencia de Xabi en el Madrid. Es un jugador que condiciona el equipo en el que juega. Le pasó en la Real y también en el Liverpool.
—Se confiesa madridista pero reconoce que tuvo un momento de bajón.
—La época de Mourinho la viví apartado. Ese fútbol tan defensivo no iba con un equipo grande. Los planteamientos de Mou no coincidían con el espíritu y la historia del Madrid. Y ahí me aparté un poco. Seguía siendo madridista pero también me hice aficionado a determinados futbolistas.
—¿Llegó a jugar en las categorías inferiores del Madrid?
—Hice la prueba para entrar y, aunque era un paquete, tenía tanta ilusión que al llegar a mi casa miré el buzón por si me habían mandado un telegrama urgente cogiéndome. En el colegio era ratonero y jugador de área pero me pasaron al lateral derecho que entonces era donde colocaban a los malos. Luego con 15 años tuve un accidente de moto, me rebané medio tobillo y estuve ya mucho tiempo sin jugar. Con veintitantos le daba al fútbol sala hasta que me rompí el ligamento cruzado y lo dejé. Reconozco que daría lo que fuera por jugar al fútbol. Me vuelve loco.
—Como madridista tuvo un momento de rebeldía cuando se fue Fernando Redondo.
—Entonces no había internet y recuerdo que me pasé tres días mirando en el teletexto las noticias que adelantaban que Redondo fichaba por el Milán. Me enfadé tanto que cogí la camiseta de Fernando y me fui a la taquilla del Bernabéu para ponerla a la vista de todos como protesta. Menos mal que el taquillero me convenció para que me la llevara y evitó que me quedara sin ella. Ese tipo de jugador, como luego Xabi, como Pirlo o Mazinho, son referencias para un equipo.
—¿Le disgustó también la salida de un futbolista como Özil?
—Era el nuevo Guti que teníamos, pero su salida coincidió con la llegada de Isco del que de inmediato nos enamoramos. Por eso su marcha pasó más desapercibida. Özil siempre me pareció uno de los mejores fichajes del Madrid de los últimos años.
—Cita a Guti como una de sus grandes referencias. Fue un poco como el artista maldito del madridismo, ¿no?
—Sin duda. Parece que la posición del diez siempre ha sido la de los artistas y los rebeldes. Guti era un futbolista que justificaba lo que pagabas por ir al campo. Estuvo 15 años al más alto nivel y todos los años fichaban a uno muy bueno para su posición. El famoso taconazo a Benzema quedará para siempre como uno de los grandes momentos del fútbol.
—’Delantera mítica’ es el nombre de uno de sus discos. ¿Prefiere a los míticos Juanito y Santillana antes que a Cristiano y Bale?
—Sentimentalmente, sin duda. Me enamoré del fútbol viéndoles jugar y fueron los últimos representantes de otro tipo de fútbol más rudo y valiente. El fútbol ha evolucionado muchísimo y está claro que Cristiano y Bale tienen mejores condiciones, pero aquella era mi delantera.
—Calamaro le compuso una canción a Maradona, ¿a qué jugador del Madrid le haría una?
—Creo que el que más se la merece es Raúl. Es el que atesora el espíritu madridista y el nexo de unión de ese Madrid de Juanito, Pirri y Santillana con el equipo moderno. Era un auténtico futbolista de la calle, más listo que ninguno. De todas formas al que le hice una canción fue a Zidane aunque nunca la terminé.
—¿Cómo fue eso?
—Fue una época en la que iba mucho al Bernabéu y nunca he visto en vivo un jugador tan grande como Zidane. Recuerdo que la canción empezaba: “Bailabas en la banda izquierda pero yo te prefería en el centro con Ronaldo en el punto de mira”. Estaba bien, pero nunca la acabé.
—Hablando de artistas, al otro lado del río hay un chaval que le fascina.
—Óliver en el Atleti. Ese chico te enamora viéndole jugar al fútbol con la cabeza levantada. Es un futbolista de clase, aunque el sistema de Cholo no le favorece. Además, tiene delante a Koke que lo está haciendo muy bien. Estoy convencido de que Óliver va marcará una época. Será el nuevo Xavi o el Iniesta. Tiene una fantasía increíble.
—¿Piensa que la espectacular racha del Atlético tiene fecha de caducidad?
—Los equipos como las bandas de rock son de cristal. En cualquier momento pueden destruirse. Lo que pasa es que el Cholo parece tener muy bien cogidas las riendas de todo. Es un líder natural y se ha ganado un respeto que es difícil que en poco tiempo se le pueda ir de las manos. Está en una posición muy creíble delante de la afición y de los jugadores que le siguen a muerte. Con un par de buenos fichajes que hagan plantilla, este Atleti seguirá creciendo.
—Hemos visto que ni Atleti ni Barça parecen animarse a asaltar la trinchera del otro.
—El Atlético es un equipo muy difícil de jugar, aunque no me imagino a Guardiola yendo al Calderón a hacer un partido táctico. Martino piensa más en el rival de lo que le gustaría al aficionado culé. Creo que los dos podrían haber arriesgado más en este último partido.
—¿Sigue siendo del Madrid pero prefiere el estilo del Barça o eso sólo le pasó en la época de Mourinho y Guardiola?
—No he visto jugar a nadie como el Barça de Guardiola. Martino sigue manteniendo las esencias pero no lo tiene tan bien atado. El juego del Madrid tiene que estar condicionado por futbolistas como Cristiano Ronaldo o Bale, rápidos, de contraataque veloz. Por eso Mata no juega con Mourinho porque le gustan las balas. Yo, personalmente, prefiero el juego de Mata que el de Bale.
—¿Se aclara Ancelotti con lo que quiere para el Madrid?
—Me gusta lo que transmite Ancelotti. En comparación con el anterior entrenador es mucho más saludable. Es verdad que todavía no conocemos su estilo de juego. Tiene la mejor plantilla del mundo y seguramente de la historia del Madrid y por eso no puede salir jamás a especular.
—¿Cree que este Madrid le puede discutir la Champions al Bayern de Guardiola?
—Veo al Bayern muy fuerte, está un punto por encima de todos los equipos.
—La canción ‘Día de feria’, ¿está inspirada en un Madrid-Barça?
—Es una canción muy madrileña. Andaba por el Barrio del Pilar, jugaba el Madrid y la ciudad estaba en fiestas. Todo estaba colocado para componer esa canción. Durante un tiempo había una estrofa que decía: “Marcará Raúl contra el Barça el domingo”.
—Sí, pero blandea usted un poco porque si tocaba en Barcelona cambiaba la letra.
—Lo hice sólo una vez, ja, ja. Fue una provocación para que el público se riera porque todos saben que soy madridista. Tengo una canción que se llama Su día libre en la que digo: “Desayuno en el bar leyendo el AS”. Pues bien, estaba en Barcelona y dije: “Desayuno en el bar, leyendo el Mundo Deportivo” y la gente se tronchaba porque sabían que era una broma. Hay complicidad con el público.
—¿Se lidera una banda de rock como un equipo de fútbol?
—Yo he ido aprendiendo poco a poco a manejar el grupo. Necesitas que cada uno encuentre su sitio y su función. Igual que un futbolista que tiene que olvidarse de lo individual y trabajar en equipo. Si en un concierto alguien no anda en buena forma, puede afectar a todo el grupo. Es un trabajo colectivo. A veces, por lo que sea, no llegas a conectar. Por suerte ahora ando con una banda que nos conocemos a la perfección.
—Sus canciones tienen un tono templado y romántico, que tienen poco que ver con su pasión por el cine de Tarantino o Sam Peckinpah.
—Mis canciones también tienen pólvora. En mi último disco hay también algo de western español. El cine está muy relacionado con la música. Si tuviera un poco de talento para el cine me gustaría intentarlo.
—En la música, ¿cuáles son sus influencias?
—Siempre Bob Dylan, Van Morrison, Springsteen o Lucinda Williams. En cuanto a la música española me quedo con gente como Leiva o Miguel Ríos,
—Si Dylan se reencarnara en futbolista, ¿quien sería?
—Di Stéfano. Porque Bob Dylan fue el más rompedor, igual que Alfredo.
—Tocó junto a Bob Dylan en Jaén, ¿qué le pareció?
—Uff, todo un personaje. Es un tipo que con setenta años da doscientos y pico conciertos por todo el mundo. Tenía la cara como un mapa, en la que había muchas más vidas de las que ves en una cara normal.
—¿Sigue “peleando a la contra”?
—Más que nunca. Tenemos un ministro de Cultura que es antisistema y que se está cargando el tejido cultual que teníamos. Para los músicos ha sido terrible. Tenemos que pagar un 25% de IVA mientras, por poner un ejemplo, las revistas porno pagan un 5%. La cultura es el tejido emocional de un país, no se puede jugar con ella.
—Tres rápidas: ¿quién es el boss del fútbol mundial?
—Está claro que el jefe, ahora mismo, es Cristiano Ronaldo.
—-¿Qué le dice la figura de Florentino Pérez?
—-Decepción.
—-¿Se quedaría antes con un balón firmado por Santillana o un libreto firmado por Bob Dylan?
—De Dylan ya tengo sus canciones. Me llevaría, sin dudarlo, el balón de Santillana.