El perfil
En ocho meses pasó de jugar en Segunda B a la Selección
El lateral izquierdo es un todo cheque al portador para el Sevilla, que rechazó una oferta del Everton por él. Ahora le pretenden Nápoles y Real Madrid entre otros equipos.
Hace un año cuando Unai Emery aterrizó en Sevilla dijo que tendría muy en cuenta a la cantera. A finales de enero de 2013 llegó una oferta por Emir Spahic y el central bosnio dejó el club. Entonces Unai miró al filial, vio un lateral que despuntaba, reconvirtió a Fernando Navarro en central y le dio la alternativa a un chaval del sevillano barrio de El Cerro del Águila, que en ocho meses pasó de jugar en Segunda B a hacerlo con la Selección, campeonato de Europa Sub-21 incluido.
Sin embargo, no fue Unai quien hizo debutar a Moreno. Fue Míchel, un año antes, con minutos de la basura en San Mamés, campo en el que repitió la temporada pasada. Con Unai en el banquillo, sus primeros minutos fueron en el Bernabéu, pero en todos estos partidos su posición fue la de extremo izquierdo.
Realmente Alberto Moreno siempre fue extremo, pero por sus condiciones, Ramón Tejada, técnico del filial, ante la insistencia de Monchi y Víctor Orta, le dio toda una temporada para formarlo como lateral. Y su trabajo costó, puesto que los rivales siempre quisieron aprovecharse de su inexperiencia. En un derbi de filiales, Vidakovic, técnico del Betis B, situó a Vadillo en su zona para hacerle sufrir. Al final le llegó la alternativa de Emery en el flanco izquierdo, primero en las eliminatorias de Copa ante Mallorca y Zaragoza, y luego en la vuelta de las semifinales ante el Atlético.
Este curso ha conseguido estabilidad y ha despertado su faceta goleadora (lleva dos goles). Es un cheque al portador para el Sevilla, que rechazó una oferta del Everton por él. Ahora le pretenden Nápoles y Madrid.