Celta - Valencia
Luis Enrique se juega la vida ante su buen amigo Juan Antonio Pizzi
Luis Enrique no está todavía en la picota, pero él mismo es consciente de que no podrá aguantar mucho tiempo si no mejora, empezando por el partido de hoy (18:00 C+Liga/GolT).
No me hace ilusión jugarme las habichuelas contra un amigo”, declaró ayer Luis Enrique. Cada partido comienza a ser una batalla personal para el asturiano y su primer gran enemigo es un viejo amigo. No está todavía en la picota, pero él mismo es consciente de que no podrá aguantar mucho tiempo más en Vigo si no presenta una buena hoja de resultados en breve. La imagen del Bernabéu le ha reforzado, pero lo cierto es que regresó de Madrid sin puntos e inmerso en zona de descenso. Acabar la primera vuelta con una nueva derrota en casa, donde sólo suma una victoria, sería un golpe difícil de digerir. Además ya no valen excusas, todos los jugadores de la plantilla se encuentran por primera vez a sus órdenes. Recupera a Fontàs, pieza clave en su esquema, y Rafinha está últimamente en versión estrella. Necesita pólvora, eso sí. Charles querrá redimirse de sus errores en el Bernabéu.
Cambio radical. La llegada de Juan Antonio Pizzi al banquillo valencianista ha provocado un giro de 180 grados en el equipo che. Los futbolistas están más enchufados, la intensidad es máxima y las individualidades comienzan a estar a la altura. El caso más claro es el de Sophian Feghouli, muy irregular con Djukic e imparable con el técnico argentino. En Balaídos se verá si la nueva imagen responde a la habitual respuesta cuando hay un cambio de entrenador o si Pizzi ha encontrado la tecla que afina la orquesta valenciana. La Copa puede jugar, en este caso, en contra de los intereses ligueros. El esfuerzo realizado en la ida ante el Atlético puede pasar factura y la vuelta está ya en el horizonte.