MÁLAGA 0- ATLÉTICO DE MADRID 1
Un monstruo espera al Barça
Koke marcó el único gol de un partido áspero ante un Málaga que defendió muy bien. Los de Simeone sacan tres puntos al Barça, su próximo rival, con un partido más.
Empieza 2014 como acabó 2013: el Atleti gana cuando juega bien y cuando no. Como en Málaga. Un partido muy áspero, planteado por Schuster como si el 0-0 fuera El Dorado, con el talento rojiblanco (Arda, Koke, Óliver) aún resacoso y con un árbitro para el que el fútbol es física cuántica: el pobre Teixeira II no entiende nada de lo que sucede a su alrededor; pero nada. Era el escenario idóneo para un pinchazo, un empate que diera cuerda al pesimismo que acecha, herencia de tiempos oscuros. Y pretéritos. En el minuto 70, Diego Costa logró burlar por una vez a la ejemplar defensa local y, parada de Caballero a Adrián mediante, el balón acabó en los pies de Koke, algo impreciso como mediocentro, para que marcase. Las estrellas, como el Atleti, siempre aparecen.
La victoria coloca a los de Simeone como líderes provisionales a la espera de lo que haga el Barça ante el Elche. En el peor de los casos (para ellos), ambos llegarán empatados en cabeza, con 49 increíbles puntos, al duelo del sábado que viene en el Manzanares. Para alcanzar esa situación al Atleti le tocó sudar en La Rosaleda. Sorprendió Schuster con una defensa de tres centrales. Weligton, Angeleri y Sergio Sánchez contra Diego Costa. Un tres contra uno y no contra dos porque Villa sigue desaparecido. La cuestión es que la superioridad numérica sólo le sirvió al Málaga para firmar tablas con el pichichi: no marcó, pero acabó decidiendo. Así está la bestia: tres defensas haciendo su trabajo de maravilla sirven para limitarle, nunca para anularle.
El partido fue un dolor de muelas. El Atleti dominaba el balón con un Tiago omnipresente, pero Koke se mostraba impreciso en el puesto de Gabi y Óliver no tenía peso alguno en el juego. Sólo Arda daba alguna muestra de poder encontrar fisuras en el muro local, pero eran balas de fogueo. Juanfran se inventó la única ocasión clara del primer tiempo con un autopase y un remate que despejó Caballero. Fue un diamante en el fango. El Málaga se acercó con timidez en un disparo flojo de Eliseu, pero anuló la estrategia atlética como nadie antes.
Tras el descanso, Simeone dio por finiquitada la oportunidad de Óliver y le sustituyó por Adrián, que ofreció más actividad e igual concreción. Dos veces le dejó Diego Costa ante Caballero y en ambas falló, con la suerte de que la segunda acabó en el gol de Koke. Con el 0-1 el Málaga intentó cambiar, pero era tarde. El que no cambia es Teixeira, que en una sucesión de desatinos dejó sin Atleti-Barça a Juanfran por una faltita, amonestó a Diego Costa por ir a un balón al que siempre hay que ir e impidió un remate de Darder metiéndose en medio. Una calamidad.
Como siempre, Miranda y Godín respondieron con solvencia y el partido murió plácidamente. El Atleti duerme líder y espera al Barça con la confianza que se ha ganado: toda la del mundo.