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Por los aires

“El Atlético de Madrid es el alma de todas nuestras acrobacias”

Javier, Ramón y Pedro Santos son circenses de octava generación que adquirieron la fiebre rojiblanca a través de su abuelo. Fueron los primeros españoles en el Circo del Sol.

En el Circo Price, Ramón es propulsado en el aire por Javier, mientras Pedro observa.
En el Circo Price, Ramón es propulsado en el aire por Javier, mientras Pedro observa. Rafa Aparicio

El Atlético tiene una destacadísima representación dentro del circuito circense mundial. Esto se debe a los Rampin Brothers, un trío de acróbatas freelance compuesto por Pedro, Ramón y Javier Santos. Estos tres hermanos comparten sangre, profesión y una devoción total por el Atlético de Madrid. Ya llevan perfeccionando su obra a lo largo dos décadas y durante siete de esos años, llegaron a ser los primeros españoles en formar parte del Circo del Sol. AS estuvo con estos tres artistas colchoneros en el Circo Price, siendo testigo de sus deslumbrantes acrobacias y, por supuesto, su enorme pasión por los colores rojiblancos.“Somos la octava generación de una familia dedicada al espectáculo. Se puede decir que un abuelo nos pasó la pasión por el circo y que el otro (padre de madre) otra devoción que nos tomamos igual de seriamente. Somos del Atleti hasta la médula, es el alma de nuestras acrobacias”, relata Ramón. Los hermanos nacieron rodeados del circo, hicieron sus primeras piruetas con apenas tres años y, poco tiempo después, les llegó la fiebre por el Atleti. Pero, ¿se trata de dos mundillos compatibles?

Para Javier no hay duda, aunque no siempre sea lo más conveniente: “Es muy difícil porque los partidos son casi siempre a la misma hora que los espectáculos. Por eso a veces salimos a trabajar súper motivados y, en otras ocasiones, de una mala leche que no veas”. Pedro está igual de convencido, aunque confiesa que sí hay obstáculos: “Trabajamos mucho en EE UU y hay veces que por ver un partido nos tenemos que levantar a las 6:00 de la mañana, pero es un esfuerzo que estamos dispuestos a hacer. Luego, el Atleti también tiene un gran impacto en nuestro rendimiento. Si el Atleti va ganando y entramos en la pista, trabajamos bien. Pero si va perdiendo, se nota... Lo bueno es que últimamente siempre vamos ganando y nuestro trabajo lo agradece”. A este hermano incluso le impactó la vida sentimental: “Tuve una mujer mexicana que reprochaba mi forofismo por el Atleti. Y le dije ‘lo siento, pero esto no me lo vas a cambiar’”.

La vida circense no es sencilla y rara es la vez que los hermanos han podido pasar más de un mes en un mismo lugar. En cierto sentido se puede decir que ‘casa’, para ellos, es el Atleti y, por supuesto, su familia. Los tres hermanos son entrenados por su padre, mientras que la madre es la costurera. A Carmen Leal no le gusta el fútbol y, según ella, ni falta le hace: “Tengo a cuatro hombres en casa y mis hijos viven demasiado el Atlético. Y mi padre, igual de forofo, era cocinero en el bar Gago de Madrid y su día a día era defender al Atleti ante los vaciles de su clientela. Conmigo lo del Atleti saltó una generación, pero poco ha importado”.

Los Rampin Brothers no han encontrado a otros atléticos en sus años actuando en el circo, pero sí madridistas, aunque aseguran que con los que coinciden “son de mentira porque ni siquiera se saben el himno”. El padre de ellos es meramente aficionado a La Roja, pero cuentan que en Italia hay un grupo de hermanos acróbatas también entrenados por su padre: “Lo de ellos es un desastre porque el padre es acérrimo del Inter, pero todos los hijos son de la Juventus. Las peleas que se montan son para verlas...”.

Cada día que pasan en su ciudad natal de Madrid es una bendición para los hermanos, ya que hay años que ese tiempo se limita a unas pocas semanas. Eso sí, Ramón explica que nunca han pasado doce meses sin una visita al Calderón: “Es un rito sagrado para nosotros. Como los que van a la iglesia”. Pedro, por su parte, pudo haber sido testigo de la final de Copa de 2013, pero se negó por un motivo: “Me habían ofrecido una entrada, pero le juré a mi abuelo que nunca pisaría el Bernabéu y a esa palabra fiel sigo. Por mucho que juegue ahí nuestro Atleti”.

Javier, con piernas que recuerdan a las de un futbolista de Primera, es el que, apoyado en una silla especializada, alza a sus hermanos en el aire para que puedan realizar sus acrobacias. Para él, hay un jugador de este Atlético que destacaría por encima de los demás en el circo: “Diego Costa tendría mucho futuro en esto, porque está loco y es un lanzado. Podríamos ponerle a probar en el trapecio o algo similar. Pero todos los guerreros de Simeone tienen habilidad y corren mucho. Estoy convencido de que todos harían un muy buen cásting”.

Por último, los hermanos quisieron agradecer a los del Cholo el gran trabajo que están realizando: “Quisiéramos darles las gracias por todas las alegrías que nos están dando. Por una vez se tomó una decisión correcta y se contrató a Simeone. Él sabe lo que son estos colores y lo siente. Ha sabido transmitir eso mismo a sus jugadores. Es una cosa increíble”.