Sergio Royo
“El fútbol universitario te hace sentir como todo un profesional”
Está triunfando en la Northwestern Ohio gracias a la beca ofrecida por la Fundación atlética y Sports Unlimited. "A la vez que te formas como jugador te están preparando".
—¿Cómo se embarcó en esta aventura americana?
—Yo estudiaba en Inglaterra y como todas las mañanas me metí en as.com. Vi la noticia de que la Fundación del Atlético y Sports Unlimited ofrecían una beca en Estados Unidos para jugar al fútbol. Para mí eso era un sueño. Llamé a mi padre y le pareció una buena idea. Me presenté a las pruebas y tuve la suerte de ser captado. Todas las universidades que asistieron se interesaron por mí. Me dijeron que buscaban jugadores extranjeros para elevar el nivel de su universidad. Al final acepté la mejor oferta.
—¿Y qué se encontró al llegar?
—Yo tenía la experiencia de la universidad en Inglaterra, iba tranquilo por el idioma, pero expectante por ver cómo me iban a recibir. El entrenador fue a recogerme al aeropuerto y nos fuimos a ver al equipo. Estaban todos juntos cenando y me acogieron como en casa. En una semana parecía que llevara un año. Tengo suerte porque mis entrenadores son un galés y un inglés y, por lo que me cuentan, los técnicos norteamericanos son demasiado físicos. Sus equipos corren igual en el minuto 1 que en el 90. Pero mi equipo toca bien el balón, es más de tiqui taca, eso me ha ayudado a adaptarme.
—¿El fútbol universitario es tan profesional como el baloncesto?
—Todos, desde el softball, por ejemplo, pasando por el béisbol, el golf o el fútbol. El fútbol no es tan conocido pero se lo toman como un paso antes del profesionalismo. Los jugadores no cobran, pero lo que hacen es pagar tus estudios y tu residencia. A nivel de infraestructuras tenemos una instalaciones impresionantes. Con campos para entrenar a cubierto si el tiempo lo exige. Va mucha gente a los estadios. Se invierte mucho dinero en el deporte.
—¿Cómo compagina sus estudios con el fútbol?
—Allí entrenamos todos los días. Voy a clase desde las 9:00 a las 13:00. Después de comer, entre 14:30 y 15:00 empiezo a entrenarme. Suelen ser dos horas. Después, hay que hacer unas horas específicas de estudio. Si no haces esas horas de biblioteca, no juegas. Durante la temporada jugamos entre dos y tres partidos por semana. Entonces hay menos entrenamientos y los que hay se reducen a cosas técnicas y de estrategia. Yo estudio Dirección Deportiva y Márketing. Cada viernes tienes una reunión con el entrenador, al que le pasan un informe de las notas.
—¿Futbolísticamente cuál es el nivel?
—Pues depende de a qué universidad te enfrentes. Depende de los años que lleve el programa de fútbol en esa universidad, de la cantidad de jugadores internacionales que tenga…
—Ha causado sensación marcando 9 goles en 17 partidos.
—Los futbolistas norteamericanos son más físicos que técnicos. El fútbol tiene diferencias. Allí los cambios son ilimitados, puedes salir y volver a entrar. Todos los partidos que acaban en empate tienen un tiempo extra de 10 minutos cada parte con gol de oro. Los jugadores europeos y latinos somos más técnicos, tenemos más noción táctica que los norteamericanos. Me han salido bien las cosas, pero no hice la pretemporada con el equipo y creo que puedo dar más. La verdad es que me he sentido como un profesional jugando allí.
—¿Qué pasos tiene que dar allí un futbolista para llegar a la MLS?
—Primero terminar tu carrera y tus años de elegibilidad. Después vas al draft. Bien directamente o por medio de un agente contactas con algún equipo de la MLS y pruebas con ellos.
—Tal y como está la educación y el fútbol en España, ¿cómo valora esta oportunidad?
—Es increíble. A la vez que te formas como jugador te están preparando para el futuro. Son pocos los futbolistas que pueden vivir solo de lo que han ganado como profesionales.