El descubridor del crack portugués
Aurelio Pereira: “Cristiano me recuerda a Alfredo Di Stéfano”
Descubrió a Cristiano con 12 años, en una prueba con decenas de niños, y lo incorporó a la cantera del Sporting de Lisboa. Asegura que “su talento no era difícil de percibir”.
—Han pasado ya 16 años desde la primera vez que vio a Cristiano. ¿Cómo lo recuerda?
—Su talento no era difícil de percibir. No tenía ninguna dificultad adivinar que iba a ser un gran jugador. La cualidad que más me llamó la atención tuvo que ver con la capacidad que tenía de superar en el campo todas las dificultades que se le presentaban contra todo y contra todos. Cristiano está acostumbrado a superar obstáculos desde niño. A los 12 años, vino a hacer pruebas en el Sporting de Lisboa dejando a su familia y sus amigos y sin que nunca hubiera salido de Madeira. Al segundo día de tests, ya todos los demás niños querían estar en su equipo. El Sporting le dio la primera fase de formación dejándole crecer sin presión, porque nosotros en esa fase no enseñamos a ser profesional del fútbol, les preparamos para el fútbol profesional. Y cuando llegó al Manchester todavía era juvenil. Salió en aquel mítico estadio con la camiseta número ‘7’ y superó la prueba.
—Y de ahí al Madrid...
—Sí, el club más importante de la historia. Es el equipo de nuestra infancia. Yo de niño era del Sporting de Lisboa y del Madrid. Es un club infinito. Aún recuerdo aquella mítica alineación: Araquistáin; Casado, Santamaría, Miera; Felo, Pachín; Tejada, Del Sol, Di Stéfano, Puskas y Gento (el once de la final de la Copa de Europa que enfrentó al Madrid con el Benfica en el año 1962). Y cuando llegó al Madrid, nadie pensaba que iba a triunfar. Pero nuevamente, Cristiano lo consigue y se supera. Yo no voy a poner en duda a Messi, pero me gustaría verle superar las dificultades que ha superado Cristiano. Él sí podría triunfar en el Barcelona, pero no sé si Messi podría triunfar en el Madrid. Cristiano siempre se quiere superar en la vida. Debe ser un ejemplo para una industria llamada fútbol, en la que mucha gente vive a costa de los jugadores. El jugador de fútbol es el eslabón más fuerte de la cadena del fútbol. Sin ellos no habría fútbol.
—¿Cómo explica que mantenga su nivel competitivo en todos los partidos?
—Cristiano tiene un talento con certificado. Es 50% cerebro y 50% pasión por el entrenamiento, por el fútbol y por la profesión. Lo que considero más importante es que siempre está preparado para jugar bien. Hay muchos profesionales que a veces no están preparados. O bien porque no aman su profesión o porque sus hábitos no son acordes con su trabajo. Cristiano siempre está listo y, además, se entrega con pasión en cada entrenamiento. Y si eso lo hace en los entrenamientos, también va a estar preparado para rendir bien en cada partido. Este año ha marcado 69 goles. Es capaz de mantener el rendimiento que mostraba hace cinco o seis años. Imagínate cuántos jugadores eran fabulosos en sus inicios y cuando cumplen 23 ó 24 años desaparecen repentinamente. Eso es por exponer al jugador a situaciones para las que aún no está preparado. Otro aspecto diferenciador en él es que entiende que no hay victorias ni derrotas eternas. Para él todo comienza de nuevo después de un partido.
—¿Se acuerda de alguna anécdota de Cristiano?
—Una que demuestra las ganas que Cristiano tenía de ser futbolista. Desde niño tenía ansias de ser más fuerte que los otros, así que se ponía unas pesas en las piernas, se situaba al inicio de una cuesta y, cuando el semáforo se ponía en verde, empezaba a correr tratando de ganar a los coches.
—¿Está en el mejor momento de su carrera?
—Está transformando su visión del mundo y de las cosas y eso le está haciendo más maduro. Tengo 66 años, llevo 45 años viendo jugadores y ahora es cuando tengo dudas de qué es un jugador de fútbol. Cuando tenía 30 años, sólo tenía certezas. Vamos avanzando y nos vamos dando cuenta de que en el fútbol dos y dos no son cuatro. Y a Cristiano le está pasando lo mismo.
—¿Es muy difícil que aparezca otro Cristiano?
—Cristiano tiene una gran base de creatividad. Hoy ya casi no existe el fútbol de calle, que era una primera escuela que permitía menos intervención de los entrenadores y no se les exigía tener que soltar el balón a la primera. Ahora los niños aprenden a jugar en las escuelas con lo que eso supone: rigidez, insistente interferencia de los entrenadores en las decisiones, poco tiempo para que los niños aprendan a elegir las acciones adecuadas... Por eso, cada vez hay menos jugadores creativos. A Cristiano se le enseñó en el Sporting que el regate no es un recurso, lo que es un recurso es el pase. El balón en un jugador debe ser un pasaje, no un paraje.
—¿Por qué alguna gente tiene mala imagen de él?
—Desde niño Cristiano tiene el balón en la sangre. Si le hicieran una analítica de sangre, saldría un balón. Y muchas veces la gente confunde sus ansias de ganar con la arrogancia.
—¿Acabará jugando como delantero centro?
—Es un delantero que hace goles desde todos los sitios. Para mí nunca ha sido un extremo, siempre le he considerado un delantero con movilidad.
—¿Ganará el Balón de Oro?
—Si el fútbol son goles y Cristiano es el que más ha hecho, pues entonces no hay ninguna duda de que merece el Balón de Oro. Hoy en día, el gol cuesta una fortuna porque los equipos no juegan para ganar, sino para no perder. Por eso es tan complicado hacer goles. Ahora hay que ver los intereses que existen, pero si llega a ser argentino o brasileño no dudo de que ganaría el Balón de Oro.
—¿Qué le pareció que Blatter le llamara “comandante”?
—No sé interpretar lo que quiso decir Blatter. No tengo intención de reprender al presidente de la FIFA, que es una figura que debe estar en lo más alto. Ese organismo tiene una alta responsabilidad y cualquier palabra o gesto suyo puede ser malinterpretado. Cristiano dio una respuesta fantástica. Para mí, él demostró más experiencia.
—¿Debe ir a Zúrich?
—No sé lo que piensa Cristiano. No domino toda la información ni intercambié palabras con él sobre ese tema. Es una decisión que tiene que tomar Cristiano con el club de forma conjunta, no puede ser algo individualizado. El Madrid no puede dejarle solo en esa decisión.
—Ya se habla de él como el Di Stéfano del siglo XXI...
—Pues sí. Cristiano me recuerda a Di Stéfano. La comparación es muy acertada. Di Stéfano jugaba en todo el campo y Cristiano se está transformando en un jugador de todo el campo también, ya no es aquel futbolista que en el Manchester jugaba pegado a la banda. Y al igual que Di Stéfano también marca goles de todas las formas.
—¿Cristiano hará una buena sociedad con Bale?
—La integración de Bale ha sido muy buena. Yo veo con agrado la relación que los dos tienen y la forma en que Cristiano lo ha acogido. Me gusta ver cómo uno se busca a otro. En Bale he visto una gran humildad de cara a gol. Bale aún tiene la timidez de llegar a un club grande, pero creo que la integración por parte del Madrid ha sido muy buena. Cuando Bale se adapte totalmente y se recupere completamente de sus problemas físicos, los dos van a formar una dupla temible.
—¿Cómo la que formaron Di Stéfano y Puskas?
—Pienso que sí. La similitud entre Di Stéfano y Cristiano es muy grande. En cuanto a Puskas y Bale, Puskas corría menos y pensaba más. Bale transporta más, pero va a marcar muchos goles porque también tiene un tiro muy potente. Y con la voluntad que los dos tienen de colaboración pueden hacer cosas muy importantes.
—¿Al final de su carrera se encontrará entre los más grandes de la historia?
—Sin lugar a dudas. Cristiano ya es un jugador eterno.