LIGA
Crece la paciencia: España, a la cola de entrenadores destituidos
Junto a Alemania es el campeonato, de entre los grandes, en que han sido destituidos menos entrenadores: Djukic, Mel y Mendilibar. La crisis frena los despidos.
Cuando las cosas van mal siempre cae el mismo. Los presidentes de los clubes tienen claro que es mejor echar a uno que a once, aunque cada vez se piensan menos tomar esta decisión. En España el último en recoger y marcharse ha sido Miroslav Djukic. Pero antes de que lo hiciera el ya extécnico del Valencia, lo hicieron muchos otros. Este año solo han sido tres los entrenadores destituidos hasta el momento, el ya mencionado Djukic, Pepe Mel (Betis) y José Luis Mendilibar (Osasuna).
Hasta el momento la Liga BBVA, junto a la Bundesliga, es el campeonato con menos entrenadores caídos de las cinco grandes ligas europeas. Este ránking lo lideran la Premier y la Ligue 1 con cinco técnicos despedidos, seguidas de la Serie A, con cuatro.
Que España no lidere esta clasificación es raro y es que la tendencia en España ha cambiado. A estas alturas otras temporadas ya iban cuatro o cinco los técnicos cesados en España. Este es el caso de las temporadas 2008-09 y 2011-12. Una de las razones de esta tendencia es las dificultades económicas que atraviesan muchos equipos españoles y que impide a los presidentes pagar el finiquito del cuerpo técnico.
Si la orientación en España es la de intentar mantener a los técnicos hasta que las cuentas salgan, la afición se manifieste o hasta que la debacle deportiva sea insostenible, en Inglaterra las cosas son diferentes.
Es cierto que antes en las Islas se perpetuaban los proyectos deportivos. Allí los managers se refugiaban durante años en clubes donde imponían su filosofía, su juego. Mas que los jugadores, la cara del club acababa siendo el propio entrenador. Los casos extremos de esto son el de Álex Ferguson, 26 años como técnico del United, y Arsène Wenger, que esta es su decimoctava temporada como entrenador gunner, y suma y sigue.
En cambio ahora algo ha pasado. Esto ha cambiado. Puede ser la necesidad de títulos de cada vez más clubes o la exigencia de mantener la categoría por lo derechos de televisión. Quién sabe lo que fue, pero la Premier ya no es el paraíso para los entrenadores.
Hace dos semanas tras una goleada de escándalo Villas-Boas dijo adiós a White Hart Lane. Era el quinto técnico cesado en la Premier en lo que va de temporada y esto antes no era normal. A estas alturas en la 2012-13 solo habían cesado a tres entrenadores, en la 2011-12 a dos y en la 2010-11 a tres.
En España el cambio de entrenador no ha asegurado un notable mejor resultado deportivo, o al menos que se refleje en la clasificación.
Mendilibar dejó el Osasuna en última posición y tras cuatro meses Osasuna es decimoctavo. Por su parte Mel se marchó del Betis dejándolo último y sigue último. Y en el caso del Valencia Djukic se fue siendo novenos y ahora los ché son undécimos, aunque si bien es cierto que Nico Estévez solo ha dirigido al equipo una jornada y contra el Madrid.
Esto no sólo ocurre en nuestra liga. En Inglaterra Paolo di Canio fue despedido en septiembre cuando el Sunderland marchaba último. Ahora el Sunderland, dirigido por Gustavo Poyet, sigue en el farolillo rojo. En Alemania Thorsten Fink dejó el Hamburgo decimoquinto y después de cuatro meses solo ha subido un puesto. Y en Italia y Francia también hay ejemplos de esto. Y es que no siempre la expulsión del entrenador es la solución, aunque siempre será lo más fácil.