Bonello: de hazmerreír a protagonista de anuncios

John Bonello. Su nombre no es uno cualquiera en Malta. El que fuera portero aquella noche fatídica para el fútbol maltés ha sabido rehacer su vida pese a que la leyenda negra le ha acompañado desde entonces. El 12-1 fue y sigue siendo un lunar en la historia de la selección del país. Aún hoy es ingrato para la gente que gobierna la federación recordar todo lo que rodeó al partido y las consecuencias que tuvo la humillante derrota, sobre todo por lo que significó a nivel clasificatorio de la Euro del 84.

Desde Holanda llegaron fuertes acusaciones durante los días posteriores al partido sobre un supuesto trato entre España y Malta para que la goleada fuera factible. Acusaban a los malteses de venderse, a cambio de no se sabe muy bien qué. Todas las miradas se centraron en el portero, en Bonello, que tuvo que soportar una fuerte presión de aficionados locales y también internacionales. Fueron tiempos difíciles para el cancerbero. Durante ese año y los siguientes se le vio muy afectado por toda la rumorología externa. Incluso llego a pedir ayuda a profesionales para pasar el mal trago.

Su último partido con la selección de Malta fue en 1987 y desde entonces ha tratado de enfocar su vida lo máximo posible hacia el fútbol. Por un tiempo fue entrenador de porteros de la selección y ha estado muy pendiente de la carrera de su hijo, Henry, que también es internacional desde 2012 como lo fue él en los 80.

Sin embargo, donde también ha destacado John últimamente ha sido en la interpretación. En 2006 fue protagonista de una campaña de la marca de cerveza Amstel que se titulaba Amigo Mío y que utilizaba su personaje de nexo de unión y de felicidad para todos los españoles. Su presencia en dicho spot volvió a levantar cierta corriente crítica en Malta, que no le perdona todavía el 12-1.