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FC BARCELONA | LAPORTA

"Muchos clubes quisieron a Messi y se quedó; Leo es el Mesías"

Joan Laporta, expresidente del Barça, habló en Olé. De Guardiola dijo: "Es la clase del entrenador que le puede decir al jugador: tú con quién has empatado".

Laporta, con Messi.

-Cuando llegó a la presidencia del Barça ya sospechaba que Guardiola sería el entrenador?

-No. Cuando debí reemplazar a Frank Rijkaard le dije que confiaba en él porque quería al club, lo conocía y participaba del sistema que nos gusta jugar, basado en la filosofía Cruyff: recuperar rápido la pelota, jugar máximo a dos toques, atacando. Preferimos ganar 4-3 que 1-0 y priorizamos el espectáculo. A partir de ahí, Pep consiguió la excelencia porque tiene una personalidad arrolladora, de esos entrenadores respetables que puede decirle al jugador “¿tú con quién has empatado?”. Cuando todo el mundo nos pedía a otro con más trayectoria, nos decidimos por Guardiola que estaba en Tercera. El me preguntó por qué lo hacía y le respondí: “Creo que los clubes se hacen grandes también con las historias bonitas, y la tuya es una de las más bonitas que puede tener el Barça”. Él me ha llegado a decir “gracias por lo que hiciste”, y yo le dije “no, gracias a ti, porque si no lo llegabas a hacer bien, salíamos todos en globo”.

En Argentina, en España o en China, los resultados mandan, aunque algunos valoran el modo de conseguirlos. Joan Laporta fue presidente del Barcelona del 2003 al 2010, la época más gloriosa de los culé y sonríe cuando recuerda sus diálogos con Pep. Claro que no fue todo rosa desde el primer día. “En el 2003, la situación del Barça tenía muchas similitudes con la de River hoy”, cuenta el catalán que aterrizó en Buenos Aires para acompañar el lanzamiento de la candidatura de Antonio Caselli: “Me interesó su propuesta y me apasioné al ver los paralelismos. Una situación difícil en lo deportivo por no haber ganado nada, en lo social por la desestructuración y las dificultades económicas. Son momentos donde tiene que aparecer una persona que tenga sentimiento y que sea capaz y responsable para tomar las decisiones apropiadas”.

-Pero después el hincha sólo exige salir campeón mañana...

-Hay que tener el coraje, el temple y la serenidad para tomar decisiones que en un primer momento pueden ser impopulares, pero con el tiempo dan sus frutos. Nos pasó y el resultado ha sido muy bueno.

-¿En qué momento se sintió realizado?

-Cuando empiezas a ganar ligas y Champions te sientes realizado, pero creo que la mejor decisión que tomamos fue la de incorporar Unicef a la camiseta. Fue controvertido, pero fuimos pioneros en responsabilidad social corporativa en clubes de fútbol. Cuando la presentamos en la ONU creo que definimos el modelo, los pilares de “Más que un club”. Volvimos a ser el Barcelona.

-¿Y en lo deportivo?

-Cuando tuvimos que reemplazar a los líderes del vestuario, personas que nos habían dado la gloria como Ronaldinho o Deco, lo hicimos por Leo Messi, Xavi, Iniesta, que habían aprendido con esos fenómenos. Y se consiguió la excelencia. Leo, Xavi, Iniesta, Puyol, Piqué, Alves, Abidal, Pedro...

-Usted era el presidente que más tranquilo iba a ver a su equipo.

-Yo estaba tranquilo cuando Leo o Xavi agarraban la pelota porque la teníamos nosotros. Cuando tú tienes la pelota, no la tiene el otro. Intentábamos ganar jugando bien. Ganar era importante, no suficiente.

-¿Le tocó ir al vestuario en un mal momento?

-Sí, me tocó. Yo llegué a la presidencia con 39 años y consideraba hermanos pequeños a los jugadores. Recuerdo alguna bajada al vestuario en la que tuve que decir lo que pensaba. Después de haber ganado todo, tuvimos un año de autocomplacencia y al final tuve que cambiar al entrenador y a los líderes.

-¿Por qué Riquelme fue uno de los primeros que dio de baja?

-La dirección técnica dijo que no podía convivir con Ronaldinho. Riquelme es un pedazo de jugador y yo era un enamorado suyo. Pero es importante que la referencia sea un jugador y luego haya un bloque. No podíamos permitirnos el lujo de tener más de una figura. Riquelme lo es, pero elegimos a Ronaldinho.

-Después fue Messi.

-Messi es todo. Nos dio la gloria y nos la sigue dando. Para mí es el mejor jugador de la historia del fútbol. Leo es el Mesías. Tiene el cambio de ritmo de Cruyff, el gol de Maradona, el carácter ganador...

-¿Le preocupa que se hable de que otros clubes lo quieren contratar?

-Cuando yo era presidente, vinieron muchos clubes. Hubo un momento en que le dije a Jorge, su papá: “A tu hijo lo voy a cuidar como si fuera el mío. Seguramente la oferta es más dinero, pero la gloria la conseguirá en el Barsa. Vamos a hacer un equipo con jugadores que complementen a Leo, no que compitan con él”. Decidieron continuar y acertaron. Es un jugador codiciado. Ahí está la capacidad de la directiva de hacer que se sienta a gusto.

-¿Cuál fue el club?

-Muchos...

-¿Le sorprendió la llegada de Martino?

-Tenía referencias como entrenador de Paraguay y estaba muy a la expectativa de qué significaría para el Barsa. No la tiene fácil porque viene de una época dorada, pero tuvo la inteligencia y humildad de adaptarse al sistema. Intenta variantes para mejorarlo y eso es para elogiar. Todos los entrenadores, sobre todo los que marcaron época, han intentado estampar su sello para mejorar la filosofía Cruyff. Eso hizo Rijkaard, Pep consiguió la excelencia, Tito siguió la estela de Pep y ahora lo está intentando Martino.