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Valencia

A Miroslav Djukic el crédito se le agota el domingo ante Osasuna

A Miroslav Djukic se le agota el tiempo en Valencia. Una nueva derrota el próximo domingo en Mestalla contra el Osasuna pondría fecha de caducidad a su proyecto valenciano.

Djukic.
Djukic.

A Miroslav Djukic se le agota el tiempo en Valencia. Le queda de crédito hasta el partido contra Osasuna. Una nueva derrota el próximo domingo en Mestalla pondría fecha de caducidad a su proyecto. De hecho éste cambió ayer radicalmente de dirección y de mando en plaza. Ahora en el Valencia, al menos en la parcela deportiva, se hará lo que diga Francisco Joaquín Rufete, desde ayer oficialmente nuevo manager general del club. Hasta Amadeo Salvo cambió su discurso y ya no defiende a ultranza a su entrenador, al que incluso ya recalca que “yo no contraté y yo no tengo por qué despedir”. Lo hará en su defecto Rufete, que inició su nueva etapa reuniéndose con los jugadores en el vestuario a primera hora de la mañana y después por espacio de más de dos horas con el cuerpo técnico de Djukic.

Amadeo Salvo sentó las bases para un relevo en el banquillo si los resultados no son otros. “La decisión la tiene Rufete”, aseveró. A continuación dijo que cuando afirmó en Canal + que “pasara lo que pasara Djukic terminaría la temporada” era la “jornada 5 y ahora estamos en la 14”. Lo habitual en estos casos, vamos. Los guarismos de Djukic asustan al presidente: una victoria en siete jornadas, 23 goles en contra (cuarto peor de la Liga) y un punto menos que Pellegrino (destituido en la jornada 14). Además la afición ha perdido la confianza en Djukic.

Rufete antes de tomar tal decisión drástica tratará de poner medios para que el equipo de Djukic retome el vuelo. Pero los intereses chocan. Quiere forjar una estructura de trabajo con personal de club, incluido un preparador físico, y hasta modelo de juego. Pero Djukic matiene sus ideas.

Rufete, nuevo mánager general del Valencia

Francisco Joaquín Rufete podría ser hoy uno de los ayudantes de Rafa Benítez. Pero optó por aceptar la oferta de Amadeo Salvo para dirigir la escuela del Valencia. Cuatro meses después se convierte en mánager general del club che, la figura más importante del área deportiva. Coordinará tanto la cantera como el primer equipo y también sentará las bases de la secretaría técnica. Incorporará técnicos en varios continentes (se negociará con Ayala para Sudamérica) y dividirá en cuatro departamentos la estructura vinculada al primer equipo (salud, psicología, metodología y atención a jugadores y familiares). Aboga por hacer la vida fácil a los jugadores para que rindan al máximo, “son nuestro principal patrimonio”.