El Espanyol renace en Vallecas marcando cuatro goles

El Espanyol llegó a Vallecas pidiendo respiración asistida al haber sumado tan sólo cuatro de los últimos 24 puntos posibles y salió con un par de pulmones nuevos al ganar los tres en juego en el estadio franjirrojo. El equipo de Aguirre cambió de piezas, de dibujo táctico, de efectividad y hasta de espíritu. La combinación de todos esos ingredientes le dio para vencer a un Rayo que jugó en inferioridad numérica durante algo más de una hora. El camino de la victoria lo fraguó el Espanyol gracias a dos goles de penaltis, que transformó Sergio García en sendos tantos.

El primero de ellos, además fue el que significó la tarjeta roja directa para Rubén, el guadameta del Rayo. Triplete. Sergio García fue el protagonista del partido. No sólo por el hat-trick que logró sino porque fue quien abrió el camino del triunfo del cuadro catalán. El amago que hizo a los quince minutos se convirtió en pegada rondando la media hora. Rubén evitó que el remate del delantero en el primer intento, pero cometió penalti en el segundo. El balance ofensivo del Rayo en la primera mitad se limitó a tener la posesión del balón y a un lanzamiento de Trashorras que neutralizó Casilla.

Otra pena máxima de Arbilla a Córdoba sirvió para ampliar la ventaja del Espanyol prácticamente recién comenzado el segundo acto. Paco arriesgó al máximo con el 0-2, sustituyó a Geleano por Larrivey y el Rayo jugó con defensa de tres. Eso sirvió para que el conjunto vallecano encerrase a su rival en su área, pero también que cada contra de éste llevase mucho peligro. Un gol de Saúl dio esperanza al Rayo, pero el propio Sergio García y Stuani se encargaron de dejarlo en anécdota antes de que los franjirrojos creyesen en la remontada.