Zaragoza
El club maño alarga una semana más la agonía de Paco Herrera
Paco Herrera se sentará en el banquillo del equipo frente al Girona. Ya ha dejado claro que no piensa dimitir y no hay dinero para afrontar el finiquito de su contrato por dos años.
El Real Zaragoza, salvo giro inesperado, algo que nunca puede descartarse estando de por medio Agapito Iglesias, ha decidido prolongar al menos una semana más la agonía de Paco Herrera, fundamentalmente porque no hay dinero para afrontar su despido —tiene dos años de contrato con salario de unos 400.000 euros brutos—, pero también porque el técnico se ve con fuerzas y ánimo para seguir —y ya ha dejado claro que no piensa dimitir—, y porque los capitanes (Paredes, Leo Franco, Movilla y Abraham) le pidieron ayer al director general Jesús García-Pitarch que no destituya al entrenador. Así que Paco Herrera se sentará en el banquillo del Zaragoza frente al Girona, en lo que parece, esta vez sí, su examen definitivo.
García-Pitarch, que hoy se reunirá en Buenos Aires con Fernando Cáceres, para acordar el pago de lo recaudado en su partido de homenaje —unos 100.000 euros—, no va a regresar a Zaragoza, tras pasar antes por Uruguay, hasta el próximo lunes, lo que aplaza hasta esa fecha cualquier decisión sobre Paco Herrera. Un nuevo traspiés frente al Girona, unido a la música de viento de La Romareda, sentenciaría definitivamente al técnico, aunque el problema de su finiquito vaya a ser el mismo. Si no hay dinero ahora, tampoco lo habrá dentro de diez días.
El largo viaje en carretera desde Jaén dio tiempo para que algunos de los principales del Real Zaragoza analizaran por teléfono con García-Pitarch todos los pormenores de la dramática situación, y ayer al mediodía, tras hablar Cuartero y Moisés con Paco Herrera y los capitanes de la plantilla, se decidió estirar el crédito del entrenador hasta el partido del domingo frente al Girona.
A García-Pitarch y a su equipo de colaboradores les hubiera allanado el camino la dimisión de Paco Herrera, en el que hace tiempo que no creen, pero ese escenario ya no es posible después de las palabras del técnico a la conclusión del desastre en Jaén: “¿Dimitir? No, por qué. Ni se me pasa por la cabeza. En cuanto recuperemos los cinco titulares lesionados, que espero que sea pronto, volveremos a ser un equipo fiable”.
Paco Herrera está convencido de que, con Montañés, Walter Acevedo, Paglialunga, Luis García y Javi Álamo, el equipo recompondrá su figura y el Zaragoza será otro, a la espera, también, de dos o tres refuerzos en el mercado invernal. Pero para enero falta mes y medio, demasiado tiempo, para mantener una situación que ya ha desbordado todos los parámetros de una crisis mayúscula. Y, además, ya se sabe que cuando La Romareda clama contra un entrenador, no hay marcha atrás.
Y todo eso suponiendo que Montañés, Acevedo, Paglialunga y Luis García vayan a mejorar al Zaragoza. Con todo ellos, el equipo ha perdido muchísimos puntos, y, salvo Montañés, ninguno está para marcar la diferencia en Segunda División.
Leo Franco advierte que “sería un error despedir al entrenador”, pero la plantilla del Zaragoza está haciendo muy poco para mantenerle en el cargo. Los números son indiscutibles y el equipo aragonés está a un punto del descenso a Segunda División B, cuando ha pasado ya un tercio del campeonato.
Pitarch negocia la cesión del central Gastón Silva
El defensa uruguayo Gastón Silva, del Defensor de Montevideo, se ha convertido en uno de los principales objetivos del Real Zaragoza para el mercado invernal. El director general Jesús García-Pitarch viajó el pasado jueves a Buenos Aires para intentar conseguir también la cesión del medio centro del Argentinos Juniors Gaspar Íñiguez, pero su incorporación está ya descartada por diversos motivos físicos y personales. García-Pitarch se desplazará este miércoles a Uruguay para avanzar en el préstamo del central Gastón Silva, de 19 años y 1.85 de estatura, y al que ya intentó contratar el pasado verano. El Zaragoza pretende incorporar a dos o tres futbolistas en enero, pero necesita desprenderse de varios de la actual plantilla para poder tener autorización de la Liga de Fútbol Profesional. Jugadores como Porcar, Paredes, José Mari o Movilla pueden abandonar el Zaragoza en enero.