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Athletic

Mikel Rico: "Con las remontadas te ganas respeto de los rivales"

Rico cumple su sueño de jugar en el equipo de su corazón y le van las cosas de cine en lo colectivo (están quintos con 23 puntos) e individual (es titular y anotando goles).

Mikel Rico.
Paulino Oribe

Le va todo viento en popa. Encima, marca goles.

—Sobre todo me importa lo colectivo. 23 puntos son 23 puntos. Estoy entrando bastante en los planes del míster, algo que se agradece. El gol es un plus que te da mucho. No soy un futbolista goleador y cuando marcas, siempre parece que estás mejor.

—Su tope goleador en Primera era de tres, los que lleva en su primer tercio de Liga con el Athletic.

—Sí, en Granada hice tres en el primer año y dos en el segundo.

—¿Se debe a un tema de confianza o es algo casual?

—En Granada jugaba algo más retrasado. Al salir el otro día en la segunda parte contra el Levante, Ernesto me dijo que me olvidara un poco de lo de atrás, que llegara arriba y pisara área, que acompañara las segundas jugadas y fuera al rechace. Esa libertad me permitió cazar la volea del 1-1.

—Sus dos últimos tantos han sido fantásticos, un cabezazo en plancha y esa dificilísima volea por la altura a la que venía el balón y el golpeo con la zurda. ¿Qué pensó cuando vio venir la pelota así?

—En colocarme bien para pegarle y no pensar mucho en lo que había alrededor. Si no, no la habría enganchado. Me concentré mucho en el balón.

—Clave fue que metiera el empeine interior, ahí se suele ir a romper.

Aunque no lo parezca, esas voleas con la izquierda se me dan bastante  bien, tengo confianza en ese golpeo. Me lo decían en Granada mis compañeros.

—Los tres tantos han sido en San Mamés, en el nuevo estadio, del que es su máximo goleador por ahora, y donde ha jugado sus mejores partidos.

—Fuera no estamos ofreciendo el nivel que queremos. Hay que dar un paso al frente en lo individual para que mejoremos en lo colectivo. Creo que mis mejores partidos han sido en San Mamés, es un campo que da satisfacción hasta a los visitantes. Hacer gol y sentirte bien ahí no es fácil. Para mí, es muy especial siendo de aquí.

—Imagino su gran ilusión cuando fichó. En cuanto se puso al ritmo del equipo, se ha hecho con la titularidad desplazando a futbolistas muy importantes.

—Llegué al Athletic a trabajar, a ver cuál era mi rol. Yo quiero que si no juego, el que esté en mi puesto lo haga muy bien.

—Mirar al banquillo y ver a Beñat o Herrera hará que uno se exprima aún más.

—Sí, es bueno para todos. Creo que hay competencia prácticamente en todos los puestos. .

—Empezó jugando con Iturraspe de doble pivote, luego jugó por él como una referencia y ahora juega más arriba, presionando y llegando. ¿Dónde se siente mejor?

—Venía del Granada de jugar con doble pivote, que te permite moverte un poco más. Si eres el único por delante de la defensa, quizás necesitas estar más parado. Yo sé que tengo recorrido y me cuesta mantenerme posicionalmente ahí. Muchas veces veo un desmarque y voy aunque no tengo que ir… Quizás he rendido un poco más adelantado, además han llegado goles, pero también me sentí cómodo atrás el día del Betis.

—Mi sensación es que le cuesta entrar un poco en ritmo en los partidos y termina poco a poco imponiéndose físicamente.

—Sí, pero no creo que sea porque me cueste coger ritmo. Ante el Elche me encontré muy cansado. La confianza no la coges hasta que haces dos o tres acciones buenas. Es cierto que me ha costado entrar en los partidos.

—¿Beneficia a su juego el ritmo frenético que pone el Athletic en las segundas partes del estadio de San Mamés?

—Beneficia a todos. Están siendo unos partidos de ida y vuelta, un poco lotería. Por desgracia, hasta ahora se nos adelantan en el marcador. Nos ha obligado a centrarnos en atacar y cortar las contras. Es más fácil jugar con el partido en una dirección.

—¿Por qué acaban los rivales doblando la rodilla en Bilbao?  Da la sensación de que influye el paso adelante que da el Athletic con necesidad de remontar, el miedo del rival y el público. ¿También se nota el césped?

—Yo creo que te ganas el respeto de los rivales cuando has remontado cinco o seis. Cuando vas a un campo que pasa eso, aunque te pongas 0-1 dices “cuidado”. No sabemos por qué. Cuando faltan 20 minutos, a base de centros, arreones, estamos metiendo a los equipos atrás. En todos los partidos que he jugado en casa nunca he tenido la sensación de que perderíamos.

—Hablamos de lo anímico, pero físicamente también acaban mejor que el rival.

—Sí, pero es por ir por detrás en el marcador, es un efecto provocado por la inercia del partido. En Getafe acabamos encerrados ganando y parecía que ellos estaban físicamente mejor.

—Cuesta encender al público del nuevo campo, pero cuando la caldera se pone en ebullición… ¿Impresiona?

—Sí, es impresionante cuando está el partido ahí y la gente percibe que se puede dar la vuelta. Aunque falta un fondo, se queda todo el sonido dentro, retumba mucho. Cuando esté cerrado, no sé lo que va a ser. Suena muy bonito, es especial.

—Contra el Elche, nada más encajar el 0-2, San Mamés entendió que había que animar y enseguida llegó el primer gol. ¿Tanto necesita este equipo al público?

—Sí, todos los equipos necesitan a su afición, pero creo que el Athletic, por lo que es históricamente, más. Se nota mucho el empuje al sacar un córner, hay que darle cosas para que las devuelvan. A partir de ahí, llega la confianza, se quiere el balón y vamos para arriba. San Mamés nos mete en los partidos.

—Valverde tira mucho de la plantilla. Sólo Etxeita aún no ha jugado. ¿Mantiene más activo al grupo?

—Que todos contemos para el entrenador es algo positivo. Te hace entrenar siempre fuerte, apretar. No sabes hasta última hora si vas a jugar. Ernesto tiene su librillo y me parece bueno.

—¿Qué más destacaría del técnico?

—Que sabe leer muy bien los partidos. Pocos entrenadores ven la solución a un problema como él. Sabe qué hacer para solucionarlos.

—Esta semana ha renovado Gurpegui. Se lo ha ganado.

Es una buena noticia y cuando nos lo dijo nos alegramos mucho. Está a un nivel altísimo también en lo físico.

—Iturraspe ha comentado que quizás no se valora lo suficiente tener 23 puntos.

—Estamos a un punto del cuarto y sacamos seis al séptimo. Eso quiere decir que hemos hecho más cosas bien que mal. Todos podemos jugar mejor, hasta el líder recibe críticas ganando partidos por cuatro goles.

—Había coincidido con Iturraspe en la selección de Euskadi y ahora le tiene de compañero. ¿Son merecidas las alabanzas que se está llevando?

—Buff… Ander Iturraspe tiene unas cualidades enormes. Le ves hacer cosas que a muchos futbolistas no se nos ocurren. Las pone al servicio del equipo siempre. Es un jugadorazo, nos da mucho equilibrio, salida de balón, es contundente.

—Había percibido la exigencia como seguidor del Athletic. Le toca cargar con ella como parte de la plantilla.

—No me sorprende, aquí hay una exigencia máxima porque el Athletic es muy especial.

—¿Dónde ve al equipo a final de temporada?

—Vamos a pelear por no salir de esos puestos europeos.

—San Mamés es un fortín, pero está a la vuelta de la esquina la prueba de nueve, el Barça.

—Será un partido especial, diferente y complicado para los dos. No entiendo las críticas que recibe el Barça, está a muy buen nivel. Cuando tocan mucho el balón, aburren. Si son directos, no la tocan. Siempre tiene que haber un debate.

—¿Qué tal la vuelta a casa tras su peregrinación por Cuenca, Ejido, Huesca y Granada?

—Muy bien. Después de diez años disfrutando, conociéndome como futbolista y persona, estar otra vez aquí viendo a mi hermana y mis padres, mis amigos… Es bonito pero más cuando vuelves para jugar en el Athletic.