El Tenerife rescató un punto con un penalti en el 93'

El empate en Mendizorroza hizo justicia a lo visto sobre el terreno de juego. La primera parte fue favorable a los locales, que se las prometían muy felices con el2 a0 al descanso, pero que en la segunda mitad cedieron demasiados espacios al rival y acabaron pagándolo. Justo lo que ocurrió la semana anterior en Zaragoza pero al revés. En aquel caso, el Alavés estuvo sometido en el primer tiempo mientras que en el segundo fue capaz de remontar.

Comenzó el Tenerife con alegría gracias a las internadas y los caracoleos de Oscar Rico. A pesar de ello, fue el inevitable Borja Viguera el que, con bastante fortuna, puso a los vitorianos por delante en los primeros compases. En el minuto 13, Aridane cayó en el área por un encontronazo con Jarosik pero el colegiado no pitó nada. El goleador insular tuvo que ser tratado por las asistencias.

Si el primer tanto había hecho daño al Tenerife, el segundo fue casi mortal. Un esférico sin dueño dentro del área acabó con un remate certero de Jagoba Beobide que no pudo atajar el meta canario. A partir de ahí, el conjunto local dejó el balón y la iniciativa a los de Alvaro Cervera y trató de hacer daño al contragolpe. En cualquier caso, con ese2 a0 se llegó al tiempo de descanso. Con ese guarismo y con el enfado de los tinerfeños porque Arias López decretó el final de la primera parte cuando iban a botar un saque de esquina.

Se equivocó quizás el Alavés al meterse muy atrás al comenzar la segunda mitad. En el 53 ya avisó Cristo Martín con un remate que se le fue alto pero, tres minutos después, Ayoze no perdonó con un remate en el segundo palo. Para entonces ya era evidente que no era la tarde de un Alavés al que la posesión del balón le duraba menos que un caramelo en la puerta de un colegio.

A partir de ese instante, el choque se abrió con oportunidades para ambos equipos. Jarosik estuvo a punto de marcar de cabeza y Viguera se lió con un recorte cuando toda la grada jaleaba el tercer tanto local. Sin embargo, la ocasión más clara llegó en las botas de Toti, que remató desde el suelo y la defensa tinerfeña sacó el balón bajo palos en el minuto 64. Ayoze también tuvo la suya con un cara a cara que le adivinó Iñaki Goitia en el 71.

La entrada de Luciano por Juanma supuso la reconversión de la defensa alavesa en una línea de tres centrales. Los desajustes defensivos fueron a menos y el cansancio también hizo mella en un Tenerife que terminó encerrando al Alavés en su área. Tanto fue el cántaro a la fuente que ese penalti cometido sobre Luismi Loro fue bien ejecutado por él mismo y el Alavés acabó probando la misma medicina que la semana pasada había suministrado al Zaragoza enLa Romareda.